Asesinan al director de procesos de la fiscalía de Jalisco: Inician la investigación

En una noche marcada por la violencia, Jaime Navarro Hernández, director general de Seguimiento a Procesos de la Fiscalía de Jalisco, fue asesinado en un ataque armado ocurrido este jueves en Guadalajara. Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 10:00 de la noche en el estacionamiento de una tienda de autoservicio ubicada en la colonia Jardines Alcalde, una zona que ha sido testigo de diversos incidentes de inseguridad en los últimos meses.

 

La noticia del asesinato de Navarro Hernández ha conmocionado tanto a la comunidad jurídica como a las autoridades del estado. El funcionario, conocido por su dedicación en el seguimiento de casos relevantes en la fiscalía, fue atacado mientras se encontraba en su vehículo. Según los primeros reportes oficiales, un grupo armado se acercó a Navarro, abriendo fuego de manera directa. Minutos después, paramédicos arribaron al lugar para brindarle atención médica, pero confirmaron que el funcionario ya no contaba con signos vitales, tras haber recibido múltiples disparos.

 

El área fue asegurada por elementos de la policía municipal de Guadalajara, quienes acudieron al lugar tras una llamada de emergencia. A pesar de que se montó un operativo en la zona, hasta el momento no se han reportado detenidos ni se cuenta con mayores detalles sobre los posibles agresores.

 

La Fiscalía de Jalisco informó que ha iniciado una carpeta de investigación sobre el caso y que agentes de la Unidad de Investigación de Homicidios Intencionales están a cargo de las indagatorias. Como parte del proceso, se ha procedido a la recolección de indicios en la escena del crimen, incluyendo el vehículo de Navarro Hernández, que fue encontrado en el lugar de los hechos.

 

“La prioridad es esclarecer este cobarde asesinato”, declaró un portavoz de la fiscalía. Las autoridades trabajan contrarreloj para dar con los responsables, ya que este ataque representa un golpe directo a la estructura interna de la fiscalía del estado, en un contexto de creciente inseguridad en la región.

 

El asesinato de Jaime Navarro ha generado una rápida reacción por parte del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien condenó los hechos y calificó el ataque como “un acto de cobardía”. A través de su cuenta de X, Alfaro expresó su pesar y compromiso de hacer justicia: “Jaime cumplió con sus responsabilidades y hacía un extraordinario trabajo como encargado de dar acompañamiento a cientos de delincuentes, desde su vinculación a proceso hasta sus sentencias. No descansaremos hasta encontrar a los responsables”.

 

Asimismo, el gobernador envió sus condolencias a la familia del funcionario, destacando su labor incansable dentro de la fiscalía. “Este hecho no quedará impune. Haremos todo lo necesario para que se haga justicia”, añadió Alfaro, quien enfrenta un creciente escrutinio por la inseguridad que se vive en Jalisco, uno de los estados más violentos del país en los últimos años.

 

El asesinato de Jaime Navarro Hernández se suma a una larga lista de ataques contra funcionarios públicos en México, especialmente aquellos vinculados con el sistema judicial y las fuerzas de seguridad. Jalisco, en particular, ha sido escenario de múltiples incidentes violentos, en gran parte atribuibles a la presencia de grupos del crimen organizado que operan en la región.

 

Este nuevo ataque subraya los riesgos que enfrentan los funcionarios encargados de combatir la delincuencia en el estado. Navarro Hernández era una figura clave en la fiscalía, encargado de supervisar procesos judiciales complejos que involucraban a peligrosos delincuentes, desde su vinculación a proceso hasta la sentencia. Su asesinato plantea nuevas interrogantes sobre la seguridad en la entidad y la capacidad de las autoridades para enfrentar la creciente ola de violencia.

 

Mientras continúan las investigaciones, la fiscalía de Jalisco ha prometido no escatimar esfuerzos para dar con los responsables. Sin embargo, el asesinato de Jaime Navarro deja una profunda huella en el sistema judicial de Jalisco y evidencia una vez más la fragilidad de la seguridad en uno de los estados más afectados por el crimen organizado.

Asesinan a Faustino Hernández, Líder Ganadero y Ex Diputado en medio de un fin de semana violento

La violencia en Sinaloa continúa cobrando víctimas de alto perfil. Este lunes, el presidente de la Unión Ganadera Regional de Sinaloa, Faustino Hernández Álvarez, fue asesinado a tiros en el fraccionamiento Parque Alameda de Culiacán. Hernández, quien también tuvo una destacada trayectoria política, fue una de las dos personas que perdieron la vida en un ataque que ha conmocionado al estado.

 

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Sinaloa confirmó que el ataque ocurrió en la mañana, cuando se reportaron disparos en la zona. Al llegar las autoridades al lugar, encontraron los cuerpos sin vida de dos hombres, uno de ellos al interior de una vivienda y el otro en la cochera. Minutos después, la Fiscalía General del Estado corroboró la identidad de uno de los fallecidos: Faustino Hernández Álvarez.

 

Faustino Hernández no solo era conocido por su liderazgo en el sector ganadero, sino también por su carrera política. Como ex diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) entre 2018 y 2021 y regidor de Culiacán en varios periodos, su muerte ha resonado con fuerza en ambos ámbitos. El Congreso de Sinaloa destacó su papel como presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y su participación como coordinador en diversas campañas políticas.

 

“Faustino siempre fue un defensor de los derechos de los ganaderos y un líder que luchaba por el bienestar de la comunidad rural”, comentó un compañero cercano del sector ganadero. Su muerte deja un vacío difícil de llenar en un momento crítico para Sinaloa, que enfrenta una ola de violencia sin precedentes.

 

El asesinato de Hernández ocurre en un contexto de creciente violencia en el estado. Durante el fin de semana, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) reportó un total de 20 homicidios dolosos en diferentes puntos de Sinaloa. Diez personas fueron asesinadas el viernes, siete el sábado y tres más el domingo. La escalada de violencia ha dejado a la población en alerta y a las autoridades buscando respuestas ante una situación que parece incontrolable.

 

El mismo lunes, en un camino de terracería que conecta la carretera Benito Juárez con el Campo el Diez, se descubrió el cadáver de otra persona, víctima también de disparos de arma de fuego. Mientras tanto, en la comunidad de Las Arenitas, municipio de Eldorado, se localizó otro cuerpo. A pesar de la gravedad de los hechos, la SSP ha descartado que se haya producido un enfrentamiento armado en estas zonas, lo que agrava la incertidumbre sobre el origen y el propósito de estos homicidios.

 

La muerte de Faustino Hernández Álvarez no solo ha generado conmoción, sino también llamados urgentes para frenar la violencia que afecta a Sinaloa. Diversos sectores, tanto ganaderos como políticos, han pedido a las autoridades estatales y federales redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

 

“Es inaceptable que la violencia se esté cobrando la vida de líderes que luchan por mejorar las condiciones de nuestro estado”, manifestó un líder local, al tiempo que pidió a las autoridades que este caso no quede impune. La exigencia de justicia para Hernández se suma a la creciente demanda de poner fin al dominio del crimen organizado en Sinaloa, que ha ensombrecido tanto la vida cotidiana como el desarrollo económico de la región.

 

Por el momento, la Fiscalía de Sinaloa ha iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos y encontrar a los responsables de este doble homicidio. Sin embargo, hasta ahora no se han reportado avances significativos en el caso.

Un periodista en el centro de la tragedia de Culiacán; su hijo es secuestrado

La violencia en Sinaloa sigue escalando, y esta vez, un periodista ha sido directamente afectado. David Eduardo Martínez Meráz, hijo de Ernesto Martínez, periodista especializado en nota policiaca del medio Los Noticieristas, fue secuestrado este lunes 16 de septiembre en la colonia Prados del Sur, en Culiacán. El joven, de apenas 20 años, fue obligado a subir a un vehículo Dodge Attitude mientras trabajaba como conductor de una aplicación de taxis.

 

El secuestro ocurrió a plena luz del día, a las 11:48 de la mañana. Testigos, impactados por la escena, alertaron rápidamente a las autoridades llamando al 911. Sin embargo, hasta el momento, no se ha tenido rastro de David Eduardo ni de las dos personas que lo acompañaban al momento del “levantón”.

 

Ernesto Martínez, conocido por su trabajo cubriendo temas de seguridad y violencia en Culiacán, se encuentra ahora viviendo la tragedia que tantas veces ha reportado. Su medio, Los Noticieristas, lanzó un mensaje a través de redes sociales pidiendo apoyo a la ciudadanía: “Cualquier información que pueda ayudar a localizar a David Eduardo será de gran valor. Necesitamos el apoyo de todos”, mencionaron en su publicación, apelando a la solidaridad de la población.

 

El secuestro de David Eduardo es solo uno de los múltiples casos de violencia que han sacudido Sinaloa en los últimos días. La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que, desde el lunes, se han registrado 31 homicidios y 32 personas privadas de su libertad en el estado, siendo Culiacán uno de los epicentros de estos actos violentos.

 

Claudia Sánchez Kondo, titular de la fiscalía, reveló en una entrevista: “Hemos tenido que hacer frente a una oleada de violencia en los últimos días. Es preocupante no solo por el número de homicidios, sino por la brutalidad de los crímenes. Tan solo ayer, encontramos una extremidad encefálica en la colonia República Mexicana.”

 

El caso de David Eduardo y la ola de secuestros en Culiacán reflejan la creciente inseguridad en el estado, donde los enfrentamientos entre grupos criminales han llevado a que cada vez más personas vivan con miedo. Mientras tanto, las autoridades siguen investigando y buscando soluciones ante esta crisis.

 

El pueblo de Culiacán espera noticias, no solo para encontrar a los desaparecidos, sino para recuperar la paz que parece haberse esfumado.

El impactante caso de desaparición forzada en Taxco culmina con policías tras las rejas

Seis policías de la Secretaría de Seguridad Pública de Taxco están en el ojo del huracán tras ser vinculados a proceso por la desaparición forzada de una mujer en el municipio. Luis “N”, David “N”, Carlos “N”, Cristofer “N”, Alexis “N” y Ángel “N” fueron arrestados bajo la sospecha de haber participado en este grave delito, y ahora enfrentarán las consecuencias de sus actos mientras continúan las investigaciones.

 

“Es un golpe duro a la confianza en las instituciones”, afirmó una fuente cercana al caso que prefirió mantenerse en el anonimato. Y es que este tipo de noticias estremecen, sobre todo cuando quienes deberían proteger a la ciudadanía son los principales sospechosos.

 

La fiscalía de Guerrero, con apoyo del Ejército, Policía Estatal y Guardia Nacional, realizó un cateo en las instalaciones de Seguridad Pública, Tránsito y Protección Civil de Taxco el pasado 29 de agosto. Durante el operativo, no solo se detuvo a los seis policías implicados, sino que se arrestaron a 10 personas en total, entre ellos otros tres policías municipales señalados por el delito de secuestro agravado. “Nadie está por encima de la ley”, destacó la fiscalía en su comunicado.

 

Eusebio “N”, otro policía municipal, fue detenido por separado en la localidad de Cacalotenango, elevando aún más la gravedad de la situación. Este hecho refuerza las dudas sobre el manejo interno de la seguridad en Taxco y pone en evidencia las fallas en la supervisión de las fuerzas del orden.

 

Mientras el proceso sigue su curso, los seis policías permanecerán recluidos en el Centro de Reinserción Social de Iguala. La comunidad está a la espera de respuestas claras y justicia para la víctima y su familia. “No podemos permitir que quienes juraron protegernos se conviertan en los responsables de nuestros miedos”, señaló un activista local.

 

Este caso es un recordatorio de que nadie está exento de rendir cuentas, y que la justicia debe prevalecer, incluso cuando los acusados visten uniforme. Ahora, la atención está puesta en las autoridades judiciales y en su capacidad para esclarecer los hechos y castigar a los culpables. ¿Será este un punto de inflexión en la lucha contra la impunidad en las fuerzas policiales? Solo el tiempo y la justicia lo dirán.