Semar confisca casi dos toneladas de cocaína en la costa de Oaxaca; extranjeros involucrados

La Secretaría de Marina (Semar) realizó un importante operativo en la costa de Oaxaca, logrando el decomiso de casi dos toneladas de cocaína con un valor estimado en el mercado de más de 24 millones de dólares. Durante esta acción, también fueron detenidas tres personas extranjeras y se aseguraron dos embarcaciones utilizadas para el transporte de la droga. 

El aseguramiento tuvo lugar a 118 y 135 kilómetros mar adentro de la costa oaxaqueña, donde se encontraban los dos barcos implicados. En uno de ellos se transportaban los mil 922 kilos de cocaína, mientras que en el otro se hallaron 38 bidones con capacidad de 60 litros, conteniendo aproximadamente 780 litros de combustible. En total, se incautaron mil 380 litros de combustible.

 

Las autoridades no proporcionaron detalles adicionales sobre la identidad de los tres detenidos, pero confirmaron que son de origen extranjero. Esta acción forma parte de los esfuerzos continuos de Semar para combatir el tráfico de drogas en aguas nacionales.

 

Desde el 1 de octubre de 2024 hasta la fecha, la Secretaría de Marina ha asegurado un total de 26 mil 508 kilogramos de cocaína en operativos marítimos en todo el país. En lo que va de 2025, el total decomisado asciende a 5 mil 318 kilogramos, lo que equivale a más de 100 kilogramos incautados diariamente en este año.

 

El operativo fue llevado a cabo en colaboración con diversas dependencias de seguridad, incluyendo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional (GN), la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

 

Este decomiso representa un golpe significativo contra el tráfico de drogas en México, demostrando la coordinación entre las fuerzas de seguridad para frenar el crimen organizado y reforzar la seguridad en el territorio nacional.

La cruda realidad de los niños sicarios en Sonora, detienen a siete entre los 12 y 15 años

En un país donde la violencia y el crimen organizado han moldeado la vida de muchos, los más jóvenes no están exentos de ser arrastrados al abismo. Este 11 de agosto, las autoridades mexicanas detuvieron a siete menores de edad, presuntos sicarios al servicio de un grupo criminal en Sonora. Estos niños, cuya edad oscila entre los 12 y 15 años, representan una triste muestra de cómo el crimen organizado manipula y destruye la inocencia de la niñez.

 

El primer operativo, llevado a cabo el 8 de agosto en la colonia Bella Vista de Santa Ana, Sonora, resultó en la detención de cuatro menores junto a otros 15 sujetos. Las autoridades lograron rescatar a dos personas que habían sido secuestradas, desmantelando así una célula criminal dedicada al secuestro y la extorsión. Armamento, equipo táctico y un recipiente con abrojos fueron asegurados en el lugar. Estos jóvenes, que apenas deberían estar disfrutando de su infancia, se encontraban en medio de un mundo de violencia y terror, capturados por un sistema que los utiliza como herramientas desechables.

 

No es nuevo que los grupos delictivos recurran al reclutamiento de menores para sus operaciones. Como informantes, transportistas de droga, dinero o armas, y hasta como sicarios, los niños son una elección “conveniente” para los criminales. La Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes ofrece una ventana para que estos jóvenes puedan salir libres al cumplir la mayoría de edad, una vez que han sido procesados. Esta es una de las razones por las cuales los menores son tan valiosos para estas organizaciones.

 

El reclutamiento de niños a menudo se realiza contra su voluntad. Arrancados de sus hogares o atraídos por falsas promesas, estos jóvenes terminan sumidos en un mundo que no comprenden del todo, donde la muerte y la violencia son parte de la cotidianidad. A los ojos del crimen organizado, estos niños no son más que herramientas, prescindibles y fácilmente reemplazables.

 

La detención de estos siete menores en Sonora revive el sombrío recuerdo de Edgar “N”, conocido como “El Ponchis”, un niño sicario que fue detenido en 2010 a la edad de 14 años. Reclutado a los 11 años por el Cártel del Pacífico Sur, “El Ponchis” fue responsable de la decapitación de múltiples personas, por las cuales recibía un pago de 45 mil pesos. Su caso se convirtió en un símbolo de cómo el crimen organizado en México devora a los más jóvenes, llevándolos a cometer atrocidades que ningún niño debería conocer.

 

En su confesión, “El Ponchis” reveló la existencia de otros menores trabajando para el mismo grupo delictivo, todos participando en la brutalidad de los crímenes organizados. Tras cumplir su condena, fue liberado en 2017 y se trasladó a Estados Unidos, donde supuestamente vive con su madre. Sin embargo, su historia sigue siendo una advertencia escalofriante sobre la realidad que enfrentan muchos niños en México.

 

Los menores detenidos en Sonora, con chalecos antibalas que les quedaban grandes y rostros aún no marcados por el tiempo, han sido puestos bajo custodia del DIF mientras se decide su futuro.