La madrugada del domingo comenzó con un susto en seis estados del país. A las 2:32 a.m., la alerta sísmica interrumpió el sueño de miles tras registrarse un temblor de magnitud 6.1 con epicentro en Coalcomán, Michoacán. La reacción fue inmediata: autoridades locales y nacionales activaron protocolos de emergencia para evaluar posibles daños.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) confirmó el movimiento telúrico poco después de su registro, informando que fue percibido en Michoacán, Colima, Jalisco, Guanajuato, Guerrero y el Estado de México. La presidenta Claudia Sheinbaum comunicó en su cuenta oficial que el Comité Nacional de Emergencias comenzó sus labores a las 2:50 a.m. Su mensaje trajo tranquilidad: no se reportaron víctimas ni daños graves.
En la Ciudad de México, Clara Brugada, jefa de Gobierno, informó que los sistemas vitales, como el Metro, hospitales, instalaciones de la CFE y el aeropuerto, permanecieron operativos y sin afectaciones. Sin embargo, en Colima, Protección Civil reportó derrumbes en un tramo de la autopista Colima-Manzanillo, específicamente en La Salada. Este fue el único incidente significativo registrado en el país tras el sismo.
A lo largo de la madrugada, el SSN reportó 163 réplicas, la mayor de magnitud 4.3. Aunque menores, estas sacudidas mantienen en alerta a los habitantes de las zonas afectadas. Michoacán, conocido por su intensa actividad sísmica debido a la interacción de las placas tectónicas de Cocos y Norteamérica, fue nuevamente protagonista de un fenómeno que recordó la vulnerabilidad de la región. Este estado es el origen de históricos movimientos telúricos, como el devastador terremoto de 1985.
A pesar del susto, la pronta activación de los sistemas de emergencia demostró la preparación de las autoridades. La coordinación entre dependencias como Protección Civil, la Secretaría de Seguridad y los gobiernos locales fue clave para asegurar la tranquilidad de los ciudadanos y garantizar que cualquier afectación fuera atendida de inmediato.
El temblor es un recordatorio de la importancia de mantenerse preparados en un país con alta actividad sísmica. Desde revisar protocolos en casa hasta participar en simulacros, la prevención es esencial para enfrentar estos fenómenos naturales. La madrugada de este domingo no solo dejó un saldo blanco, sino también una lección de resiliencia y coordinación ante la incertidumbre.
En un país donde la tierra tiembla con frecuencia, la calma y la preparación son las mejores herramientas para seguir adelante, incluso cuando la naturaleza nos pone a prueba.