El fabricante automovilístico japonés Nissan anunció que podría trasladar su producción fuera de México si Estados Unidos confirma la imposición de un arancel del 25% a las importaciones provenientes del país. Esta medida, promovida por el presidente Donald Trump, representa un desafío para la compañía, que exporta anualmente alrededor de 320 mil vehículos desde México hacia el mercado estadounidense.
“Si se imponen aranceles altos, tendremos que estar listos y quizá podemos trasladar la producción de estos modelos a otro lugar”, declaró Makoto Uchida, presidente y CEO de Nissan, en una conferencia de prensa. El directivo también subrayó que la empresa está monitoreando de cerca la situación para tomar las decisiones necesarias.
La amenaza de los aranceles ha sido temporalmente suspendida durante un mes, tras un acuerdo entre Trump y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Sin embargo, la incertidumbre sigue latente mientras continúan las negociaciones para encontrar una solución definitiva.
El anuncio de Nissan llega en un contexto financiero complicado para la compañía. Durante la presentación de sus resultados de abril a diciembre de 2024, la empresa reportó una caída del 98.4% en su beneficio neto, lo que anticipa sus primeras pérdidas en cuatro años.
Ante esta crisis, Nissan ha revelado un plan de reestructuración que contempla una reducción del 20% en su producción global, especialmente en China, donde la competencia con fabricantes locales ha afectado su desempeño. Además, la compañía confirmó un recorte de 9 mil puestos de trabajo, afectando tres plantas y reduciendo personal en Tailandia, así como ajustes en sus fábricas de Smyrna y Cantón en Estados Unidos, lo que impactará a 6 mil 500 empleados entre 2025 y 2026.
También se espera la eliminación de 2 mil 500 empleos indirectos mediante la optimización de operaciones, reducción de contrataciones y programas de desvinculación voluntaria, como jubilaciones anticipadas.
Por otro lado, Nissan no ha incluido a sus instalaciones en España dentro de este plan de reestructuración. La empresa mantiene un centro técnico en Barcelona y dos plantas de autopartes en Ávila y Cantabria, cuya continuidad no ha sido mencionada dentro de las medidas anunciadas.
La posibilidad de que Nissan retire su producción de México plantea una gran preocupación para la industria automotriz del país, que ha sido un importante centro de manufactura para diversas marcas globales. Mientras la empresa evalúa su futuro, las negociaciones entre México y Estados Unidos seguirán siendo clave para definir el impacto de estos posibles aranceles en la economía y el sector automotriz.