En una sesión extraordinaria, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) dio luz verde al diseño de las boletas que se usarán en las elecciones de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistrados del Tribunal Electoral y del Tribunal de Disciplina Judicial. Sin embargo, este avance no estuvo exento de controversias, pues varios consejeros calificaron el diseño como potencialmente problemático, al grado de advertir que podría resultar en una votación “desastrosa”.
El diseño aprobado incluye óvalos en la parte superior de las boletas, donde los ciudadanos deberán escribir el número correspondiente al candidato de su preferencia. Este sistema, según la consejera Carla Humphrey, podría generar confusión entre los votantes. Humphrey propuso un diseño alternativo con óvalos junto a cada candidato, donde los electores solo tendrían que rellenar la opción deseada, pero la idea fue rechazada por la mayoría de los consejeros.
El consejero Uuc-kib Espadas fue más allá, señalando que el alto índice de analfabetismo en México podría complicar aún más el proceso. Según Espadas, algunos ciudadanos podrían equivocarse al anotar múltiples números en los óvalos o no identificar correctamente a los candidatos. Ante estos riesgos, propuso un ejercicio piloto para probar el diseño, pero su recomendación tampoco fue aceptada.
El reto logístico también es monumental. Se deberán imprimir 600 millones de boletas en solo 75 días, lo que representa un promedio diario de producción de 8 millones de boletas. Talleres Gráficos de México será el encargado de esta titánica tarea, utilizando formatos tamaño carta y media carta, dependiendo del cargo en cuestión.
Por su parte, la consejera Rita Bell López Vences destacó que el INE deberá establecer lineamientos claros para el escrutinio y cómputo de los votos, previendo posibles malentendidos en la recepción y conteo. Además, se dejó abierta la posibilidad de usar papel de seguridad alternativo o incluso papel bond con medidas reforzadas, en caso de que no se disponga del material estándar.
A pesar de las preocupaciones y las advertencias de algunos consejeros, el diseño fue aprobado, marcando el inicio de un desafío que el INE deberá enfrentar con precisión y transparencia. Las elecciones judiciales de este año serán una prueba decisiva para la institución y para los ciudadanos que participen en este complejo proceso democrático.