En un momento decisivo para Frontera Comalapa, municipio chiapaneco en la frontera sur de México, Marli Trejo Posada asumió este domingo como presidenta del concejo municipal tras la detención de José Antonio Villatoro Herrera, exalcalde acusado de corrupción, vínculos con el crimen organizado y desapariciones forzadas.
La captura de Villatoro, ocurrida el pasado 5 de enero, marcó el inicio de un cambio en la administración del municipio, que durante más de tres años estuvo bajo la sombra de la violencia provocada por el control del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este periodo trajo consigo la desaparición de personas, desplazamientos forzados y una economía paralizada por el miedo.
Trejo Posada, ingeniera civil de profesión y residente de Frontera Comalapa, asumió el cargo con un firme compromiso por devolver la paz y el desarrollo al municipio. “Este concejo es la representación de un pueblo que demanda paz y justicia. Trabajaré con amor y responsabilidad para lograr la seguridad que nuestros habitantes merecen”, expresó en su mensaje de toma de protesta.
El acto de instalación del concejo municipal contó con la presencia del presidente del Congreso estatal, Luis Ignacio Avendaño, quien entregó la constancia oficial a la nueva presidenta. Además, la ingeniera tomó protesta a los cuatro integrantes del concejo: Francisco Escobedo Villanueva, Heber Yens Armas Rosario, Verónica Guadalupe García Roblero y Martha Carolina Arévalo Rivera.
La fiscalía del estado destacó la importancia de esta transición como un paso hacia la recuperación de la confianza ciudadana. Jorge Luis Llaven Abarca, fiscal general, señaló que Frontera Comalapa debe ser un lugar donde las familias vivan sin miedo, libres de la zozobra que las enfrentaron a dejar sus hogares durante los enfrentamientos entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa en 2023.
Chiapas, con sus 700 kilómetros de frontera con Guatemala, sigue siendo un punto estratégico en la geografía mexicana. Sin embargo, el compromiso del nuevo concejo busca transformar esa realidad, devolviendo al municipio su identidad como un lugar de convivencia y desarrollo.
Este cambio de mandos simboliza un nuevo capítulo para Frontera Comalapa. En palabras de Trejo Posada, se trata de un esfuerzo colectivo por reconstruir no solo un municipio, sino también la esperanza de un pueblo que se ha mantenido fuerte en medio de la adversidad.