El Senado de la República aprobó una reforma constitucional para reforzar la soberanía nacional y evitar cualquier tipo de intervención extranjera en los asuntos internos del país. La iniciativa, propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum, fue aprobada en lo general y particular con 100 votos a favor y 17 en contra. Ahora, el dictamen será enviado a la Cámara de Diputados para continuar con el proceso legislativo.
Las modificaciones aprobadas impactan dos artículos clave de la Constitución:
- Artículo 19: Se establece que cualquier persona, nacional o extranjera, que participe en la fabricación, distribución o tráfico ilegal de armas dentro del territorio mexicano enfrentará la pena más severa posible y prisión preventiva oficiosa.
- Artículo 40: Se refuerza el principio de no intervención, declarando que México no aceptará injerencias extranjeras en asuntos como elecciones, golpes de Estado o violaciones a su territorio, ya sea por tierra, mar, aire o espacio.
La sesión estuvo marcada por un intenso debate entre legisladores de diferentes partidos. Durante la discusión se presentaron confrontaciones verbales, carteles y llamados al orden, además de que se realizaron tres recesos.
El senador Óscar Cantón Zetina, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, destacó que esta reforma es un mensaje claro al mundo de que México es un país fuerte e independiente. Señaló que con este cambio se prohíbe cualquier tipo de intervención extranjera, dejando claro que México no está subordinado a ninguna potencia.
Por su parte, Enrique Inzunza Cázares, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, afirmó que la reforma es una defensa clara de la soberanía nacional, asegurando que ningún gobierno extranjero podrá condicionar las decisiones de México.
Sin embargo, algunos legisladores de oposición cuestionaron la necesidad de la reforma. La senadora Carolina Viggiano, del PRI, argumentó que la iniciativa podría generar conflictos diplomáticos, ya que la soberanía ya está protegida en la Constitución.
La panista Guadalupe Murguía consideró que se trata de una medida política y simbólica, mientras que Alejandra Barrales, de Movimiento Ciudadano, advirtió que la soberanía debe garantizarse con acciones concretas y no solo con reformas legales.
A pesar de las críticas, la mayoría en el Senado respaldó la iniciativa, argumentando que responde a la amenaza de una posible intervención extranjera, en particular por parte de Estados Unidos, tras la designación de cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
Ahora, la reforma deberá ser analizada por la Cámara de Diputados antes de su posible incorporación definitiva a la Constitución.