Un sismo de magnitud 5.0 con epicentro en Coyuca de Benítez, Guerrero, sacudió la tarde del sábado la Ciudad de México, generando alarma y desalojos en varios edificios de la metrópoli. El Servicio Sismológico Nacional (SSN) confirmó el evento, informando que el temblor fue perceptible levemente tanto en la CDMX como en otras áreas del Estado de México.

El movimiento telúrico se registró a las 18:00 horas, activando las alertas sísmicas y desencadenando la evacuación de varios edificios en la capital. A pesar de que la magnitud preliminar se informó como 5.0, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, precisó que la magnitud real fue de 5.2, aunque el temblor se percibió con baja intensidad. Hasta el momento, no se han reportado daños significativos.

El Centro de Instrumentación y Registro Sísmico A.C. (SASMEX) emitió alertas automáticas a la Ciudad de México, Chilpancingo, Acapulco, Oaxaca, Morelia, Colima, Puebla y Cuernavaca, según su informe preliminar. El protocolo de seguridad se activó de inmediato, con sobrevuelos de cóndores realizados por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX para evaluar posibles daños.

El secretario de Gobernación, Javier Aquino, confirmó la activación de protocolos de seguridad y revisiones en diversos inmuebles, sin que hasta el momento se reporten daños graves o afectaciones a las personas. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, informó que no se registran daños causados por el sismo en su estado, y Protección Civil activó protocolos preventivos.

En el Estado de México, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez anunció la activación de los protocolos de Protección Civil en todo el territorio, manteniéndose alertas y con despliegue de seguridad. En Puebla, el sismo también activó alarmas, provocando evacuaciones en el Centro Histórico y plazas comerciales.

Las autoridades continúan monitoreando la situación y brindando información actualizada a la ciudadanía.

En un giro sorprendente, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, titular de la Fiscalía General del Estado de Guerrero, ha solicitado una licencia de seis meses sin goce de sueldo “para atender asuntos de carácter personal y familiar”, según un comunicado oficial. Este inesperado paso genera interrogantes sobre las repercusiones que podría tener en medio de la crisis de violencia que enfrenta el estado.

La solicitud de licencia, presentada ante el Congreso del estado, se fundamenta en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitución Política del Estado Libre y Soberano del Estado de Guerrero, la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado de Guerrero y la Ley de Trabajo de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero.

Valdovinos asumió la responsabilidad como fiscal general el 28 de diciembre de 2021, tras competir con otros 44 aspirantes al puesto. Durante su ausencia, el Dr. Zipacná Jesús Torres Ojeda, actual vicefiscal de Investigación, asumirá el cargo de manera temporal. La fiscal asegura que, una vez que desaparezcan las razones de su solicitud, retomará sus funciones.

Este paso se produce en un contexto crítico para Guerrero, marcado por una ola de violencia que ha paralizado ciudades clave como Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo y Taxco, debido a amenazas del crimen organizado a transportistas. La renuncia de Evelio Méndez Gómez a la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero el 25 de enero, seguida por la designación de Rolando Solano Rivera, también agrega complejidad a la situación de seguridad en el estado.

La gobernadora Evelyn Salgado Pineda instó recientemente a la Fiscalía a investigar los actos violentos contra transportistas que han ocurrido desde el 4 de febrero. La solicitud de licencia de Valdovinos Salmerón se produce en respuesta a este llamado, así como en medio de un aumento de la violencia, reportes de desapariciones, asesinatos a transportistas, incendios provocados y atentados contra aspirantes políticos.

La crisis alcanzó su punto álgido con el asesinato de Omar Reina Abarca, líder transportista de la Organización de Taxistas Real de Oro, el pasado martes en Chilpancingo. Este acto violento ha afectado directamente al servicio de transporte público en la capital, que se detuvo desde el 5 de enero tras el asesinato de cuatro conductores en diferentes eventos.

El gobierno había anunciado un avance del 90% en la reanudación del servicio de transporte público el pasado lunes, buscando recuperar la normalidad en las actividades afectadas. Sin embargo, el reciente asesinato ha generado nuevas dudas sobre la seguridad en la región.

La ciudadanía y expertos en seguridad esperan respuestas claras y medidas contundentes por parte de las autoridades para restablecer la paz y la normalidad en Guerrero, ante la incertidumbre que rodea la solicitud de licencia de Sandra Luz Valdovinos Salmerón.

En las profundidades de la devastación provocada por el huracán Otis en Acapulco, surge un rayo de esperanza encarnado en la Brigada Otis, una fuerza ciudadana que, desde el epicentro mismo de la tragedia, lucha incansablemente por reunir a familias separadas y aliviar el dolor de la incertidumbre.

Con un equipo de 60 voluntarios provenientes de América Latina, Estados Unidos, Canadá y Europa, la Brigada Otis ha emergido como un faro de solidaridad en medio de la oscuridad. Desde su inicio el 25 de octubre, día del impacto del huracán categoría cinco, han trabajado arduamente para localizar a aquellos que se encuentran en la lista de dos mil 185 personas aún no localizadas en Acapulco.

Manuel Adams Reyes, cofundador de la organización y acapulqueño radicado en Monterrey, compartió la cruda realidad: de las personas que han solicitado ayuda, solo mil 175 han sido encontradas hasta ahora.

En una conferencia de prensa celebrada en un restaurante del puerto, Adams Reyes destacó la importancia de que aquellos que iniciaron el proceso de búsqueda con la Brigada Otis lo concluyan, subrayando que el número de personas sin localizar aún es considerablemente alto.

La historia se teje a través de un formulario web creado por la brigada, accesible desde cualquier rincón del mundo. Este formulario, que ha servido como punto de partida para la creación de una base de datos de personas incomunicadas, se ha convertido en una herramienta esencial para la entrega de ayuda humanitaria, desde alimentos hasta servicios médicos.

Desde el 25 de octubre, el número telefónico de Adams Reyes se ha convertido en un enlace vital para aquellos que buscan noticias de sus seres queridos en Acapulco. Durante los primeros seis días, los informes de personas no localizadas aumentaron de manera vertiginosa, y aunque en las dos semanas posteriores la cifra disminuyó, la Brigada Otis no ha bajado la guardia en su misión.

Carolina Medrano, coordinadora del área multimedia de la plataforma, resalta la importancia de concluir el proceso para aquellos que, en un momento desesperado, llenaron el formulario por primera vez en busca de noticias de sus seres queridos. La brigada no se limita solo a la búsqueda, sino que también ha extendido sus brazos solidarios para brindar apoyo en la reconstrucción y atención médica.

Las cifras de personas no localizadas se concentran mayormente en comunidades como Tres Palos, Apalani, Metlapil, El Aguacate, Apanhuac, Alta Icacos y Alta Progreso. Estas estadísticas contrastan con los informes de la Fiscalía de Guerrero, que cuenta con el reporte de 32 personas desaparecidas, evidenciando la magnitud del desafío que enfrenta la Brigada Otis.

En una nueva etapa de su incansable labor, la brigada ha extendido su apoyo a la atención médica mediante un sistema de georreferenciación, utilizando un nuevo formulario que facilita la localización del solicitante a través de llamadas telefónicas o mensajes.

La Brigada Otis no se limita a ser un simple puente de información; es la voz de esperanza en medio de la tragedia, un faro que ilumina el camino hacia la reconstrucción de Acapulco y la reunificación de las familias que el huracán Otis amenazó con separar.