En el Hospital Infantil de Veracruz, madres de pacientes oncológicos alertaron sobre la suspensión de tratamientos por la falta de medicamentos esenciales. Las quimioterapias han sido canceladas para al menos diez menores durante la última semana, según denuncias difundidas por familiares y organizaciones que acompañan a los pacientes.
Yunet Segovia, vocera de un colectivo de madres de niños con cáncer, señaló que aproximadamente 60 menores hospitalizados en la Torre Pediátrica enfrentan las consecuencias del desabasto de fármacos. En la lista de medicinas ausentes destacan nombres como Aspasringinas, Metotrexato, Vincristina, Etopósido y Ciclofosfamida, piezas clave en los tratamientos contra distintos tipos de cáncer infantil.
Las condiciones al interior del hospital también fueron señaladas como preocupantes. Algunas áreas del recinto no cuentan con aire acondicionado, obligando a los niños a soportar el calor con ventiladores improvisados. Las temperaturas elevadas en el puerto de Veracruz agravan el estado de quienes ya se encuentran en situación delicada de salud.
“El problema no es nuevo, pero ahora se agudiza”, expresó la vocera. En sus declaraciones, también afirmó que la administración del hospital ha atribuido la escasez al cierre de producción de la farmacéutica Sanofi, proveedor habitual de algunos de los medicamentos faltantes. De acuerdo con la versión oficial, los insumos no fueron entregados por la Federación debido a esta situación.
Los señalamientos también incluyen el señalamiento a la falta de acción de la gobernadora Rocío Nahle. “La Federación dice que es el estado y viceversa, lamentablemente cuando empiezan las muertes de nuestros niños no hay ningún culpable”, compartió Segovia en su testimonio. El llamado a abrir mesas de diálogo no ha recibido respuesta por parte del gobierno estatal, mientras la preocupación entre los familiares crece.
Los efectos de la interrupción de tratamientos no solo representan una pausa médica, sino un retroceso significativo para el avance de los pacientes. En enfermedades como el cáncer, la constancia en las quimioterapias es crucial para mantener estable el estado del paciente. Cualquier alteración en la aplicación de los medicamentos puede derivar en complicaciones graves o incluso irreversibles.
Las madres de familia exigen una respuesta inmediata que priorice la vida de los menores, así como una ruta clara para la reanudación del abasto médico. Mientras tanto, las quimioterapias siguen en pausa, las salas se mantienen calurosas, y los menores enfrentan una doble batalla: contra el cáncer y contra las carencias del sistema.