La tranquilidad del barrio San Pablo Parte Alta, en Chimalhuacán, Estado de México, fue interrumpida este miércoles por una explosión devastadora. El estallido, originado en un taller clandestino de pirotecnia, dejó como saldo seis personas heridas, tres de ellas menores de edad, además de daños severos en al menos seis viviendas aledañas.
La explosión, causada por la deflagración de un tanque de gas que encendió la pólvora almacenada, provocó el colapso de la vivienda de tres niveles donde operaba el taller clandestino. Según informó el ayuntamiento de Chimalhuacán, los lesionados fueron trasladados a hospitales cercanos. Aunque inicialmente su estado se mantenía reservado, horas después se confirmó que uno de ellos falleció debido a las graves quemaduras que afectaron más del 50% de su cuerpo.
El siniestro movilizó de inmediato a cuerpos de emergencia locales y estatales. Elementos de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Chimalhuacán, Chalco y Nezahualcóyotl trabajaron para sofocar las llamas, apoyados por vecinos que, con cubetas de agua en mano, intentaron contener el fuego mientras llegaba ayuda especializada.
En la zona también se desplegaron la Guardia Nacional, Protección Civil estatal y el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (IMEPI). La activación del Plan DN-III permitió coordinar los esfuerzos para atender a los heridos y garantizar la seguridad de las familias afectadas. Además, una unidad médica móvil se instaló cerca del lugar para brindar atención inmediata a las víctimas.
Las imágenes que dejó el desastre son impactantes. Viviendas con paredes destruidas, ventanas hechas añicos y una comunidad que, entre escombros, busca recuperar la calma. Aún se trabaja en la remoción de escombros para eliminar riesgos adicionales y evaluar la magnitud de los daños.
El comandante Arturo Martínez, director de Protección Civil de Chimalhuacán, destacó la gravedad de este incidente y subrayó la importancia de regular la fabricación de pirotecnia. Estas tragedias no solo exponen la vulnerabilidad de quienes habitan en zonas donde proliferan actividades clandestinas, sino también la urgente necesidad de reforzar las medidas de prevención y control.
Mientras las autoridades continúan con las investigaciones, este episodio deja una profunda huella en el municipio. La explosión no solo arrasó con una vivienda, sino que afectó la vida de familias enteras. En un escenario de pérdida y dolor, la comunidad se enfrenta al desafío de reconstruir no solo sus hogares, sino también su tranquilidad.