Este 9 de julio de 2025 hay una cita muy especial en el Teatro Ramiro Jiménez a las 20:30 hrs. No es una obra común, ni un monólogo más. Es Lo positivo de fracasar en el amor, una propuesta que mezcla humor, emoción y mucha reflexión sobre los vínculos afectivos. Y sí, el nombre lo dice todo: se trata de mirarse por dentro, aceptar que el amor duele a veces, pero que también enseña.
La mente y el corazón detrás de esta puesta en escena es Pablo Piñeiro, quien no solo la escribió, sino que también la interpreta. Y lo dirige nada menos que Fran Perea. Pero lo más poderoso de este espectáculo es que parte de la experiencia personal de Piñeiro y de las miles de historias que ha escuchado en la calle, durante más de una década, de personas comunes que decidieron contarle sus vivencias amorosas.
Porque sí, Piñeiro lleva más de diez años recorriendo ciudades —de España a Nueva York y ahora México— con un cartel sencillo pero poderoso: Escucho historias de amor gratis. Ese gesto, que empezó como un experimento social cuando aún era futbolista profesional en el filial del Lugo, se transformó en algo mucho más grande. Se convirtió en su proyecto de vida. Lo han visto en plazas, centros de personas sin hogar, cárceles y hasta geriátricos. Y siempre con la misma misión: escuchar, sin juzgar.
En escena, Piñeiro no se presenta como experto, sino como alguien que pasó de ser un completo analfabeto emocional a alguien que aprendió —y sigue aprendiendo— a amar con responsabilidad, ternura y autoconciencia. Todo esto, sin solemnidad, pero con muchas risas y uno que otro nudo en la garganta.
El monólogo se apoya en las ilustraciones de Alan Toloache y la participación escénica de Lucía Covarrubias. A través de la historia de un personaje que podría ser cualquiera de nosotros, la obra toca temas como la falta de educación emocional, las expectativas irreales que nos siembra la cultura romántica, y la necesidad de reaprender cómo nos relacionamos con los demás… y con nosotros mismos.
Lo positivo de fracasar en el amor no busca dar respuestas mágicas, sino abrazar al público con honestidad, empatía y un humor fino que provoca risa y también pensamiento. No es un espectáculo solo para quien ha tenido el corazón roto, sino para cualquiera que haya amado, se haya perdido, o esté intentando entenderse en medio del caos emocional que a veces trae la vida.
Los boletos ya están disponibles, y será función única. Una oportunidad para vivir algo distinto, que conecta, que hace bien, y que te deja con preguntas importantes. Porque, a veces, el humor también puede ser el mejor camino para sanar.
