Israel Vallarta Cisneros salió libre la mañana del viernes 1 de agosto del penal federal del Altiplano, luego de casi dos décadas de permanecer en prisión por acusaciones relacionadas con el caso Florence Cassez. En su primer mensaje público, confirmó ante medios de comunicación que fue absuelto de todas las acusaciones que enfrentaba.
La noticia le fue notificada la noche anterior, alrededor de las 21:00 horas, por personal penitenciario. Con evidente emoción, Vallarta relató que no terminaba de asimilar lo que escuchaba. “No creía todavía anoche que llegaron por mí a las 9 de la noche a avisarme que se me daba la absolutoria total de todos y cada uno de los supuestos delitos que decían que había cometido”, expresó frente a cámaras y micrófonos.
El caso Vallarta-Cassez se convirtió en uno de los episodios más polémicos de la historia reciente en México, marcado por acusaciones de montaje mediático, violaciones al debido proceso y tortura. Aunque Florence Cassez fue liberada en 2013 por resolución de la Suprema Corte, Israel Vallarta permaneció tras las rejas casi 12 años más, sin sentencia.
Durante su breve encuentro con la prensa, también compartió que en días recientes fue trasladado del penal del Altiplano el exfuncionario Luis Cárdenas Palomino, acusado de haberlo torturado y señalado como uno de los operadores más cercanos de Genaro García Luna. “Luis Carlos Palomino ya no está en este penal. El día miércoles por la mañana salió de aquí, no sabemos dónde está. Al parecer, unos dicen que fue al penal de Santa Marta, otros dicen que no, que fue a Ramos Arizpe. No sabemos”, indicó.
A pesar del pasado que los une, Vallarta aseguró que no existió confrontación directa con él dentro del penal. “Nunca lo amenacé porque mi justicia no era ni golpearlo ni matarlo ni hacer daño a su familia. Es una justicia como la que es correcta”, aclaró, rechazando cualquier ánimo de venganza.
Tras su liberación, Vallarta enfrenta una nueva etapa personal: el reencuentro con familiares, muchos de los cuales no conoció durante su encarcelamiento. Se convirtió en abuelo durante su estancia en prisión, y también vivió dolorosas pérdidas como la muerte de su madre, su padre y algunos hermanos.
El caso de Israel Vallarta cierra un ciclo que durante años fue emblema de las fallas estructurales del sistema judicial mexicano. Su salida del Altiplano no solo marca su libertad, sino también un momento de alto simbolismo en la historia reciente del país.
