La edición número 14 de El Buen Fin no solo ha sido sinónimo de ofertas y promociones, sino también de reclamos resueltos. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que hasta la mañana del lunes recuperó un millón 287 mil 514 pesos a favor de consumidores que presentaron inconformidades. Este monto representa un incremento de 448 mil 290.25 pesos respecto al corte del sábado pasado.
El Buen Fin, que comenzó el 15 de noviembre, desató una ola de quejas relacionadas con incumplimientos de ofertas, productos defectuosos y precios mal anunciados. Según la Profeco, se presentaron 275 inconformidades en total, de las cuales 208 ya han sido conciliadas exitosamente. Sin embargo, 58 casos siguen en proceso, mientras que otras cinco quejas no fueron resueltas.
En términos de quejas, la Ciudad de México lideró con 58 inconformidades, seguida por el Estado de México y Jalisco con 25 cada uno. Veracruz, Coahuila y Nuevo León también destacaron, reflejando una distribución geográfica diversa de problemas que afectan a los consumidores.
“Estamos aquí para garantizar que las promociones sean lo que prometen, no solo un gancho para atraer ventas. Nuestro compromiso es proteger al consumidor”, expresó un representante de Profeco.
En solo tres días, la Profeco ofreció asesoría a más de 12 mil 218 personas, quienes solicitaron información sobre sus derechos y los procesos para resolver problemas con los comerciantes. Una de las herramientas más destacadas este año fue la iniciativa “Quién es Quién en los Precios para el Buen Fin”, diseñada para informar a los compradores sobre precios promedio de artículos como electrodomésticos y cámaras, dependiendo de su ubicación.
Con una meta de generar 42 mil 581 millones de pesos en derrama económica, esta edición de El Buen Fin apunta a superar en 5 mil millones los ingresos del año anterior, según cifras de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco).
A pesar de los logros de la Profeco, aún queda trabajo por hacer. La dependencia sigue trabajando para resolver las inconformidades pendientes y garantizar que cada consumidor reciba lo que se le prometió. “El Buen Fin no solo es para gastar, sino también para exigir que se respeten nuestros derechos como compradores”, concluyó un ciudadano tras recibir una conciliación favorable.
Este esfuerzo demuestra que, más allá de las ofertas, la verdadera victoria del consumidor radica en su capacidad de exigir transparencia y justicia.