Avanza la Justicia en el Senado con la aprobación de la Reforma para Pueblos Indígenas y Afromexicanos

En un histórico paso hacia la inclusión y el reconocimiento de los pueblos indígenas y afromexicanos, el Senado de México ha aprobado, con 32 votos a favor, un ambicioso proyecto de reforma que modifica el artículo segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Esta decisión fue el resultado de un intenso análisis y debate llevado a cabo por las Comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos, bajo la dirección de Ernestina Godoy y Citlalli Hernández, respectivamente.

La sesión, que se llevó a cabo en la tarde de ayer, se convirtió en un foro donde los senadores tuvieron la oportunidad de expresar sus posturas sobre la trascendencia de esta reforma. Luis Donaldo Colosio Riojas, senador del Movimiento Ciudadano, enfatizó la importancia de abordar “una deuda histórica” con las comunidades que durante años han sido marginadas. “Hoy, no solo estamos votando por una reforma, estamos dando un paso hacia la justicia social”, afirmó Colosio, quien destacó que este cambio permitirá el acceso a derechos fundamentales, incluyendo la educación.

La reforma no solo reconoce a los pueblos indígenas y afromexicanos como sujetos de derecho público, sino que también les otorga personalidad jurídica y patrimonio propio. Este reconocimiento implica que podrán establecer sus propios sistemas de gobierno y participar activamente en el desarrollo social, cultural y económico de sus comunidades. “Es un momento de reivindicación”, añadió Beatriz Mojica, senadora morenista y defensora de los derechos afromexicanos, quien lamentó la invisibilización histórica que han sufrido estos grupos en la narrativa nacional. “Hoy, nuestra historia se cuenta de manera más completa y justa”, señaló.

Desde el PAN, Ricardo Anaya subrayó que esta reforma es “una oportunidad única” para implementar acciones afirmativas que favorezcan a la población indígena. “Si se lleva a cabo correctamente, se logrará una igualdad sustantiva que garantice derechos y oportunidades”, afirmó, dejando claro que el compromiso no solo reside en la aprobación del dictamen, sino en su correcta implementación.

El camino hacia la consolidación de estos derechos no termina aquí. Las leyes secundarias que se desarrollarán a partir de esta reforma serán cruciales para garantizar que las promesas se materialicen en mejoras concretas para las comunidades. En este sentido, las senadoras y senadores presentes en la sesión manifestaron su compromiso de asegurar un presupuesto adecuado que responda a las necesidades de desarrollo de estas comunidades históricamente marginadas.

Este hito en la legislación mexicana marca un nuevo capítulo en la lucha por los derechos de los pueblos originarios y afromexicanos. Con la reforma ya aprobada, se abre un espacio para que estas comunidades no solo sean reconocidas, sino que también tengan un papel protagónico en la construcción de su futuro. La esperanza es que, con acciones contundentes y un compromiso real, se transforme la realidad de millones de mexicanos que anhelan justicia y dignidad.

La reforma para Pueblos Indígenas y Afromexicanos que divide opiniones

En un acontecimiento que muchos califican como histórico, la Cámara de Diputados de México aprobó con 37 votos a favor y cero en contra una reforma constitucional que otorga personalidad jurídica a los pueblos indígenas y afromexicanos. Sin embargo, el consenso no fue sin controversia, y mientras algunos celebran la decisión como un gran paso hacia la justicia histórica, otros insisten en que la reforma se queda corta en su alcance y profundidad.

 

Durante la reunión de la Comisión de Puntos Constitucionales, los diputados dieron luz verde a la iniciativa presidencial que reconoce a las comunidades indígenas como sujetos de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio. Este reconocimiento legal es considerado por muchos como un avance significativo en la lucha de estas comunidades por la autonomía y el respeto a sus derechos ancestrales.

 

El diputado Juan Ramiro Robledo Ruiz, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, fue enfático en su discurso al señalar que “la reforma al artículo 2 de la Carta Magna incluye una Constitución muy completa a favor de los pueblos indígenas y afromexicanos”. Según Robledo Ruiz, este dictamen es el resultado de un proceso inclusivo que incorporó diversas propuestas de distintos grupos parlamentarios, y añadió que “se salda una deuda histórica con los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas”.

 

No obstante, no todos compartieron el optimismo del diputado Robledo Ruiz. Paulina Rubio, diputada del Partido Acción Nacional (PAN), fue contundente al expresar su desacuerdo. “No puedo sostener ese tono de algarabía que escucho en todos nuestros compañeros”, señaló Rubio, argumentando que “esta reforma está mocha, incompleta”. Rubio reveló que, en reuniones con la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas, surgieron preocupaciones respecto a que la reforma no abarca todos los puntos necesarios para satisfacer las demandas de estas comunidades.

 

La diputada Rubio reconoció que el PAN tenía la obligación de apoyar esta iniciativa, al considerar que es “un pequeño paso”, pero insistió en que no es suficiente. En su intervención, hizo un llamado al grupo mayoritario para que, en el futuro, se incluyan más puntos que fueron consensuados con los pueblos indígenas. “Es nuestra obligación dejar de manifiesto que no es una reforma que cubra todas las necesidades”, subrayó con firmeza.

 

El debate se tornó aún más emotivo cuando el diputado Iran Santiago Manuel, maestro rural y representante de Morena, habló en su lengua materna zapoteca antes de compartir su perspectiva en español. Con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos, Santiago Manuel declaró: “Es un día histórico porque es un avance trascendental, no hay una lucha más prolongada que la de los pueblos originarios”. Además, destacó que la discriminación hacia sus paisanos sigue presente en muchas instituciones del país y que “la lucha sigue hasta que la dignidad sea costumbre”.

 

A pesar de las divergencias, la reforma representa un esfuerzo por reconocer los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos en el marco legal mexicano. Según el proyecto aprobado, se busca reformar de manera integral e intercultural el artículo 2 de la Constitución para reconocer los sistemas normativos propios de estas comunidades y un conjunto de derechos colectivos, en un intento por preservar la diversidad cultural que enriquece a la nación.

 

Sin embargo, las palabras de la diputada Rubio dejan claro que, para muchos, el camino hacia la verdadera inclusión y reconocimiento de los pueblos indígenas y afromexicanos aún está lejos de completarse. La expectativa es que, en futuros debates, se retomen las propuestas que fueron excluidas en esta primera reforma, para que el reconocimiento legal venga acompañado de acciones concretas que garanticen el respeto y la autonomía de estas comunidades.

 

En este escenario, el desafío persiste: cómo traducir las promesas de la ley en realidades tangibles para los pueblos indígenas y afromexicanos, asegurando que sus voces no solo sean escuchadas, sino también reflejadas en las decisiones que moldean el futuro del país.