Con un respaldo mayoritario, el Senado de la República ratificó los nombramientos propuestos por la presidenta Claudia Sheinbaum para integrar los Consejos de Administración de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex), marcando así un nuevo capítulo en la gestión de dos de las empresas estratégicas más importantes del país.
En una jornada parlamentaria de alta actividad, la Comisión de Energía sesionó desde temprano para revisar las propuestas enviadas apenas el 8 de abril. Los dictámenes fueron aprobados y turnados al pleno con carácter de urgente, prescindiendo del periodo de publicación previa gracias al respaldo mayoritario del bloque de Morena y sus aliados.
Uno de los nombramientos no fue aprobado. El abogado Cristóbal Arias Solís, integrante del partido oficialista, quedó fuera por no cumplir con los requisitos establecidos para ocupar el cargo como consejero independiente.
En lo correspondiente a la CFE, Cecilia Martín del Campo Márquez recibió el respaldo de 65 votos para integrarse como consejera independiente por un periodo de cinco años. Por su parte, Héctor Sánchez López fue ratificado con 68 votos a favor, 20 en contra y tres abstenciones, para ocupar un puesto en el mismo consejo por cuatro años.
Para Petróleos Mexicanos, la Cámara Alta aprobó el nombramiento de Juan José Paullada Figueroa como consejero independiente por un periodo de cuatro años. La votación obtuvo 80 sufragios a favor frente a 10 en contra. Además, María del Rosío Vargas Suárez fue ratificada como consejera independiente de Pemex por un periodo de tres años, con 71 votos a favor y 19 en contra.
Una vez ratificados, los nuevos integrantes tomaron protesta ante el pleno del Senado, formalizando su incorporación inmediata a los órganos de decisión de ambas empresas productivas del Estado.
La elección de estos perfiles refleja una visión de continuidad técnica y profesional en el manejo energético nacional, bajo la nueva administración federal. El proceso se desarrolló en un ambiente de deliberación ordenada, sin sobresaltos ni contratiempos, con resultados definidos por la fuerza legislativa de la mayoría.
El nuevo cuadro de consejeros inicia funciones en un periodo clave para la política energética de México, en medio de una agenda que busca reforzar la soberanía energética, garantizar el acceso a servicios esenciales y enfrentar los retos de la transición hacia fuentes más limpias.