Por segunda vez, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Energía (Sener), ha anunciado la declaración de utilidad pública de la planta de hidrógeno ubicada en la refinería de Tula, Hidalgo, propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Mediante un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la Sener ha especificado que esta declaración de utilidad pública, que no equivale a una expropiación, está a favor de la petrolera estatal. Esto ocurre apenas un mes después de que la administración federal ordenara la ocupación temporal de la misma.
El nuevo decreto enfatiza el papel del Estado en el desarrollo nacional, subrayando la importancia de fortalecer la soberanía nacional a través del fomento del crecimiento económico y una distribución equitativa de la riqueza.
Se hace mención en el documento de la construcción de la planta de hidrógeno U-3400 en 1992, respondiendo a la demanda de hidrógeno para la modernización de los procesos en la refinería Miguel Hidalgo y Costilla en Tula, Hidalgo.
Sin embargo, debido a la situación financiera de Pemex y los cambios provocados por la reforma energética de la administración anterior, la planta fue vendida a Air Liquide México por 52 millones 700 mil dólares, estableciendo un contrato de suministro de hidrógeno por 20 años.
La Sener argumenta que la dependencia de un tercero para el suministro de hidrógeno pone en riesgo la producción de gasolinas y diésel en la refinería de Tula, lo que justifica la necesidad de que Pemex Transformación Industrial (Pemex TRI) recupere la actividad en la planta.
Se destaca que esta recuperación beneficiará a la colectividad y contribuirá al desarrollo económico del país, asegurando la continuidad de la refinación de petróleo y recuperando la soberanía energética.
Air Liquide tiene un plazo de 15 días hábiles para responder ante la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Sener luego de la notificación o la segunda publicación en el DOF, presentando sus argumentos y pruebas pertinentes.