Dirigentes y militantes de PRD busca reinventarse ante la posible pérdida de su registro electoral

Dirigentes y militantes de PRD busca reinventarse ante la posible pérdida de su registro electoral

En medio de un clima de incertidumbre y tensión, dirigentes y consejeros nacionales del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se reunieron en su sede nacional en la avenida Benjamín Franklin, Ciudad de México, para discutir el futuro del partido ante la posible pérdida de su registro electoral. Esta situación ha generado una serie de reacciones y propuestas, incluida la creación de una nueva fuerza política. 

La sede nacional del PRD ha sido testigo de un incesante ir y venir de militantes, presidentes municipales, consejeros y diputados electos. La actividad en las oficinas ha sido frenética, con trabajadores de mudanzas empacando objetos, en un claro indicio de los cambios inminentes. A pesar de la recomendación oficial de no dar declaraciones, la situación ha obligado a algunos miembros del partido a expresar sus opiniones.

 

Eloí Vázquez López, fundador y vicepresidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, subrayó la continuidad histórica del partido. “El PRD sigue existiendo, no es algo que desaparezca mágicamente por la existencia de un porcentaje mayor o menor. Es una fuerza política centenaria que existe desde 1919 y la mayor parte de su existencia no tuvo registro electoral”, declaró Vázquez López, enfatizando la importancia histórica y la resiliencia del partido.

 

El partido está a la espera del recuento de votos que realizará la autoridad electoral a finales de agosto, con la esperanza de alcanzar el 3% necesario para mantener su registro. Vázquez López expresó su descontento con el linchamiento mediático que, según él, ha sido impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. “No es mi voluntad que haya un ambiente de linchamiento como lo ha estado impulsando la presidencia de la República”, afirmó, pidiendo respeto para el partido al que, según él, el presidente debe buena parte de su carrera política.

 

Verónica Juárez, otra de las dirigentes del PRD, anunció que ya se están tomando medidas para la creación de una nueva fuerza política. “Ya se trabaja en la creación de una nueva fuerza política y responder a los 16 estados donde aún no se pierde el registro y transformarlo en otra cosa porque el sistema de partidos se ha agotado”, explicó Juárez.

 

La dirigente detalló que, con o sin registro, el PRD está comprometido a lanzar una convocatoria para conformar una nueva fuerza que represente tanto a sus votantes como a los ciudadanos que buscan defender los derechos humanos y combatir el autoritarismo. “Esta posibilidad con registro o sin registro tenemos que lanzar una convocatoria para conformar una nueva fuerza que represente a esos que votaron por nosotros”, añadió.

 

A medida que los dirigentes abandonaban la sede nacional alrededor de las 4:00 de la tarde, la atmósfera era de reflexión y planificación. Jesús Zambrano, el dirigente nacional, evitó hablar con la prensa, mientras que Verónica Juárez proporcionó algunos detalles sobre las acciones a seguir.

 

Los perredistas confían en que en los próximos días se llevará a cabo una reunión del consejo nacional para discutir los próximos pasos. Mientras tanto, el edificio que ha sido el hogar del PRD se mantiene bajo su posesión, un símbolo de resistencia y de la lucha continua por la relevancia política.

 

La posible creación de una nueva fuerza política refleja un intento por adaptarse y seguir siendo una voz importante en la política mexicana. Los próximos meses serán decisivos para determinar si este esfuerzo logrará revitalizar al partido o si marcará el inicio de una nueva era política en México.

Cuestiones de Política 

Directorio

Normalistas Protestan Ante la Fiscalía Tras Fuga de Policía y Generan Caos en Guerrero

Una situación de caos y tensión se ha desatado frente a las instalaciones de la Fiscalía de Guerrero, donde un grupo de normalistas ha protagonizado una protesta tras la confirmación de la fuga de un policía implicado en un caso de homicidio. Reportes preliminares indican que los manifestantes han lanzado artefactos explosivos, provocando incendios en vehículos estacionados.

La protesta surge como respuesta al escape de un miembro de la Policía Estatal de Guerrero, quien se encontraba bajo arresto administrativo por su presunta participación en el asesinato de Yanqui Rothan Gómez Peralta, un joven de 23 años ocurrido el pasado 7 de marzo en Chilpancingo.

Los manifestantes, en su mayoría estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, expresan su indignación y exigen justicia frente a la impunidad que rodea este caso. Según medios locales, la presencia de los normalistas desencadenó enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, obligando al desalojo de las oficinas de la Fiscalía y del Palacio de Gobierno para resguardar la integridad de los servidores públicos.

En medio de la protesta, varios vehículos estacionados en la Fiscalía fueron consumidos por el fuego, producto de las detonaciones de artefactos explosivos lanzados por los manifestantes. Imágenes compartidas en redes sociales muestran columnas de humo y llamas que se elevan desde el lugar de los disturbios.

A pesar de la presencia de la Guardia Nacional en las inmediaciones, los reportes señalan que los agentes se replegaron ante el avance de los manifestantes, lo que dejó a las instalaciones de la Fiscalía en un estado de vulnerabilidad.

La situación continúa siendo fluida y en evolución, con la llegada de más autobuses con estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa para sumarse a la protesta. Hasta el momento, ninguna autoridad ha emitido declaraciones sobre los acontecimientos y no se han reportado heridos como resultado de los enfrentamientos.

El clima de tensión y la incertidumbre persisten en Guerrero, donde la sociedad civil demanda respuestas claras y acciones contundentes por parte de las autoridades para garantizar el esclarecimiento de los hechos y la justicia para las víctimas. La protesta de los normalistas es un recordatorio del profundo malestar y la desconfianza que prevalecen en la región frente a la falta de seguridad y la impunidad que amenazan el tejido social.