La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) enfrenta una profunda conmoción tras confirmar el feminicidio de Cinthia Manrique Miranda, estudiante de posgrado en la Facultad de Economía, reportada como desaparecida desde el 10 de abril. La comunidad universitaria, consternada, ha exigido justicia y castigo para quienes resulten responsables de este crimen.
Desde el momento en que se notificó su desaparición, la Facultad de Economía activó los protocolos establecidos para casos de personas no localizadas. Además de coordinarse con autoridades, la universidad mantuvo contacto constante con la familia de Cinthia, ofreciéndoles acompañamiento y asesoría jurídica.
“Los universitarios expresamos nuestra indignación frente al hecho y firme demanda para que la o las personas responsables de este crimen enfrenten la justicia”, señaló la UNAM en un comunicado difundido este miércoles.
La noticia provocó una inmediata reacción de solidaridad entre las distintas facultades y colectivos estudiantiles. La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de donde Cinthia era egresada en Relaciones Internacionales, también se sumó al duelo y condena.
“Expresamos nuestra profunda solidaridad con su familia, sus amistades y con toda la comunidad que hoy enfrenta con dolor e indignación su pérdida”, manifestó la Facultad de Economía.
En redes sociales, profesores, estudiantes y egresados compartieron mensajes de duelo, enojo y exigencia de justicia. La voz de Cinthia, apagada de forma violenta, ha resonado como símbolo de una lucha que persiste dentro y fuera de las aulas: la lucha por una vida libre de violencia para las mujeres.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México emitió la ficha de búsqueda tras reportarse su desaparición en Naucalpan, Estado de México. Fue vista por última vez en la colonia Alce Blanco. Su caso se suma a los múltiples reportes que encienden las alarmas sobre la seguridad de las mujeres, incluso en contextos académicos.
La UNAM reafirmó su disposición a colaborar con las investigaciones que desarrollan las autoridades competentes y reiteró su compromiso con el esclarecimiento de los hechos.
La pérdida de Cinthia se convierte en un recordatorio urgente de la violencia estructural que enfrentan las mujeres en México. La comunidad universitaria se mantiene en pie, unida por la memoria, la exigencia de justicia y el compromiso de no permitir que su historia quede impune.