Comisión de Seguridad Social aprueba creación del Fondo de Pensiones del Bienestar

En una reunión extraordinaria, la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados ha aprobado, con 19 votos a favor de Morena y sus aliados y 10 en contra de diputados de oposición, el dictamen que reforma diversas leyes para la creación del Fondo de Pensiones del Bienestar.

Los legisladores oficialistas niegan que esta medida afecte a los trabajadores en activo, argumentando que busca corregir las deficiencias de las reformas de 1997 y 2007, aprobadas por el PRI y el PAN.

Por otro lado, los diputados de la oposición señalan que la reforma presenta inconsistencias y constituye un “robo” contra miles de trabajadores.

Este fideicomiso, que estaría integrado por aproximadamente 40 mil millones de pesos, se nutrirá de los ahorros de los trabajadores mayores de 70 años que hayan cotizado en las Afores y no reclamen sus recursos antes de esa edad.

La diputada de Morena, Ivonne Cisneros, presidenta de la Comisión, explicó que una de las fuentes de ingresos será el dinero de las cuentas inactivas en las Afores, que asciende a unos 40 mil millones de pesos, de los 6 billones de pesos que manejan las administradoras de fondos.

Según Cisneros, el objetivo es mejorar una ley existente para crear un fondo solidario de pensiones que pueda compensar los daños ocasionados por las reformas neoliberales de 1997 y 2007.

El coordinador de Morena, Ignacio Mier, rechazó las acusaciones de que se esté robando el dinero de los trabajadores y afirmó que el fondo busca compensar las distorsiones generadas por el esquema de 1997, que afecta a 45 millones de trabajadores.

Sin embargo, la diputada del PAN, Patricia Terrazas, criticó la reforma, argumentando que no garantiza una pensión al 100% y que debilitaría al ISSSTE, desviando recursos destinados a programas de salud, vivienda, educación y seguridad social.

Ante estas críticas, el priista Tereso Medina propuso realizar un parlamento abierto para aclarar las dudas de los trabajadores antes de aprobar la reforma.

Ministra Lenia Batres enfrenta desbandada en su llegada a la Corte

En medio de ajustes y decisiones tomadas por la ministra Lenia Batres Guadarrama en su nueva asignación en la Segunda Sala de la Corte, algunos trabajadores de su ponencia buscan alternativas laborales ante la preocupación por la posible pérdida de sus prestaciones extraordinarias.

La ministra Batres asumió su posición en la Segunda Sala, ocupando el espacio dejado por Loretta Ortiz, quien solicitó el cambio a la Primera Sala. Sin embargo, la trama se complica al recordar que la ministra inicialmente llegó a una ponencia que Arturo Zaldívar abandonó abruptamente en noviembre pasado, manteniendo en ella a los secretarios de Estudio y Cuenta, así como al personal administrativo que le diera la bienvenida.

Desde su llegada, la ministra Batres ha impulsado medidas de austeridad, solicitando la reducción de su salario y renunciando a prestaciones extraordinarias, además de expresar su interés en inscribirse voluntariamente en el ISSSTE para recibir servicios médicos públicos en lugar de privados.

Aunque la Corte respondió indicando las limitaciones constitucionales y legales para algunas de estas solicitudes, la ministra persiste en su decisión de renunciar a las prestaciones y ajustar su salario. Este enfoque de austeridad se ha extendido a los miembros de su ponencia, a quienes ha instado a renunciar a prestaciones extraordinarias y ajustar sus salarios para alinearse con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ante la incertidumbre de perder sus beneficios laborales, varios secretarios de la ponencia de Batres han iniciado gestiones para cambiar su adscripción a las oficinas de otros ministros. Argumentan que buscan preservar sus empleos y que, de no encontrar una solución rápida, podrían verse obligados a renunciar a sus plazas en el Poder Judicial de la Federación, ya que ocupan puestos de confianza y los ministros tienen la prerrogativa de gestionar su personal de confianza.