La verdad del fentanilo, Sheinbaum desmiente al NYT: “No se hace en una cocina”

preEn medio del creciente debate sobre el fentanilo, una droga sintética 50 veces más potente que la morfina, Alejandro Svarch, director general del programa IMSS-Bienestar, aclaró en conferencia de prensa que no es posible sintetizar esta sustancia en una cocina doméstica. “Se necesita un laboratorio con equipos especializados, no una cocina. Las condiciones controladas son esenciales para evitar riesgos letales”, afirmó el funcionario.

 

 

Estas declaraciones surgen tras la publicación de un reportaje del diario The New York Times, en el que se afirma que periodistas accedieron a un supuesto laboratorio de fentanilo en Sinaloa. La presidenta Claudia Sheinbaum calificó el contenido como científicamente inválido y defendió el compromiso de las autoridades mexicanas en combatir el narcotráfico con información confiable.

 

 

Svarch explicó que la toxicidad del fentanilo comienza con apenas 0.2 miligramos, equivalentes a tres o cuatro granitos de sal. Este opioide, al ser inhalado o absorbido por las mucosas, puede comprometer la vida incluso en cantidades diminutas. Subrayó que “no existe un fenómeno de tolerancia letal; el riesgo persiste siempre”.

 

 

El proceso de síntesis del fentanilo requiere equipos de ventilación profesional y protección especializada, además de precursores químicos como la anilina, que no fueron mencionados en el reportaje del medio estadounidense. Según un análisis de la Sedena, el video presentado no mostró evidencia suficiente para concluir que se trataba de un verdadero laboratorio de producción de esta droga.

 

 

Por su parte, Armida Zúñiga, titular de Cofepris, detalló los efectos devastadores de la exposición al fentanilo en el cerebro, los pulmones, el corazón y las pupilas. Reiteró que un error mínimo durante su manipulación puede causar daños graves o incluso la muerte.

 

 

Claudia Sheinbaum destacó que el Gobierno de México trabaja para garantizar el derecho a una información veraz y para colaborar con Estados Unidos en el combate al tráfico de opioides. Insistió, sin embargo, en que no permitirá injerencias extranjeras en asuntos internos.

 

 

La lucha contra el fentanilo no solo es un tema de seguridad nacional, sino también de integridad informativa. Al desmentir mitos como la posibilidad de sintetizar esta peligrosa droga en espacios improvisados, las autoridades refuerzan el compromiso con la verdad y la prevención de riesgos. El camino es claro: información certera y colaboración internacional.

PAN pide colaboración internacional ante ola de secuestros en Sinaloa

En respuesta a la alarmante ola de secuestros en Sinaloa el viernes pasado, donde grupos armados secuestraron a 66 personas, incluyendo niños, el presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés Mendoza, propuso un llamado a la colaboración internacional para hacer frente a los cárteles de la droga y a la delincuencia organizada.

El líder del partido instó al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, a redoblar esfuerzos para localizar a las personas que aún permanecen en manos de sus captores. Además, aprovechó la situación para criticar la gestión federal, calificándola de “gobierno fallido”.

A menos de tres meses de las elecciones presidenciales, Cortés acusó a López Obrador de fortalecer a los grupos criminales mediante una política de “abrazos, no balazos”, y por mantener “relaciones cercanas” con ellos, lo que ha permitido una expansión territorial de los cárteles y el establecimiento de un “régimen de terror” en diversas partes del país.

El político subrayó que en caso de que Xóchitl Gálvez, la candidata del PAN, PRI y PRD, llegue a la Presidencia, su gobierno actuará con toda la fuerza del Estado contra los grupos criminales. Entre las propuestas destacadas se encuentra la creación de una “Policía Federal civil” como alternativa a la Guardia Nacional, actualmente bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).

Según Cortés, el programa de Gálvez contempla la duplicación de policías en estados y municipios de alto riesgo, así como un aumento en los salarios de los uniformados.