Denisse de Kalafe vuelve al escenario donde su alma aprendió a ser de dos patrias Brasil y México

La voz que ha sido banda sonora del Día de las Madres en Latinoamérica regresa al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris con una propuesta que es puro corazón y raíces compartidas. Denisse de Kalafe, la artista brasileña nacionalizada mexicana, prepara un reencuentro íntimo con su público este 31 de mayo a las 19:00 h con Brasicana & Mexileira, un espectáculo que representa su renovado mensaje artístico y espiritual.

El escenario, ubicado en Donceles 36, Centro Histórico, ha sido testigo de varios capítulos importantes de su carrera, y ahora vuelve a abrirle las puertas en una etapa que ella misma describe como una fusión entre sus dos patrias: Brasil, su origen, y México, el país que eligió como hogar. La cantante define esta dualidad como “una madre patria y un padre patria”, un concepto que da nombre y sentido a esta nueva entrega escénica.

Con Brasicana & Mexileira, Denisse de Kalafe presenta una experiencia musical rica en contrastes y armonías, donde los boleros y baladas mexicanas reciben el toque rítmico de la samba y la bossa nova, mientras que los clásicos del repertorio brasileño se iluminan con la vitalidad y la emoción de los sonidos tradicionales mexicanos. En escena se proyectará esta conexión de culturas, reflejo de la identidad híbrida que la artista ha ido construyendo a lo largo de los años.

Este concierto no solo representa una nueva etapa creativa, sino también un homenaje a los grandes músicos que han marcado su camino. Fiel a su estilo cercano y apasionado, Denisse ha preparado una noche cargada de emoción en la que su voz, como siempre, estará al servicio del público que la ha acompañado por décadas. “Tardé un poco porque es muy importante, al menos para mí, saber qué es lo que quiero decir, cómo lo quiero decir y en qué escenario lo quiero decir”, comparte la autora de himnos como Señora, señora, El amor… cosa tan rara y La vida no es un mar de rosas.

Con una carrera que abarca décadas y canciones que han sido interpretadas por artistas como Alejandro Fernández, Pandora, Rocío Jurado, Samo e Il Divo, Denisse continúa reinventándose. Pronto, su éxito más icónico, Señora, señora, se expandirá al mundo en versiones en hebreo, árabe, francés, italiano, ruso e inglés, demostrando que su música no tiene fronteras.

Este regreso al Teatro de la Ciudad es una celebración de sus raíces, su evolución y su conexión con el público que la sigue y la canta generación tras generación.

Pérdida de la Memoria: Cuando el arte se convierte en recuerdo vivo

Entre la pintura, la danza y la evocación, Pérdida de la Memoria se abre paso como una experiencia escénica que explora la fragilidad del recuerdo y la belleza del olvido. Concebida por Bárbara Alvarado, esta obra trasciende lo teatral para convertirse en un acto de presencia, donde el cuerpo, el color y la nostalgia se conjugan en un lenguaje propio. Del 8 al 11 de mayo de 2025, el Teatro Benito Juárez será el espacio donde esta historia íntima se vuelva a contar, cada vez como si fuera la primera.

La pieza nació como parte del proyecto Sueños para cruzar el puente que no explotó, respaldado por el Sistema Nacional de Creadores de Arte entre 2019 y 2022. Su primera aparición pública fue en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro, en plena pandemia, bajo un formato inmersivo y con la ciudad como espectadora involuntaria. Desde entonces, su fuerza reside en esa capacidad de hacer de cada función una exposición viva, que se desdobla entre lo escénico y lo museográfico.

En el corazón de la obra habita una mujer pintora con Alzheimer y su compañero de vida. Ella renace en una tina que es también un ritual de memoria. Él la llama desde sus pinturas, intentando retener en el lienzo lo que en la mente comienza a desvanecerse. Lo que sucede en escena no es una representación tradicional, sino un acto poético que ubica al espectador en un lugar privilegiado: el de testigo silencioso de un vínculo que se resiste a desaparecer.

La propuesta está atravesada por referencias a Fanny Rabel y Rosario Castellanos, y se alimenta de atmósferas sonoras que van desde boleros hasta Chopin, sin dejar de lado las composiciones originales que acompañan la narrativa sensorial. La voz de Jaime Sabines, junto a intervenciones sonoras de Ximena Cuevas, Gerardo Tovar y la propia Alvarado, sostienen un relato que, aunque mínimo en palabras, es enorme en significados.

Víctor García Lavariega comparte escena con Alvarado, en una coreografía emocional dirigida con precisión desde la iluminación de Alfred Pérez hasta la escenografía ideada por Aletheia Cuerpo Escénico.El vestuario de Valeria Montero y la obra plástica de Ticha González complementan una estética que remite a los objetos que se quedan cuando los recuerdos se van. 

Pérdida de la Memoria no se trata solo de una historia sobre el Alzheimer; es una meditación visual sobre la permanencia del afecto, incluso cuando el tiempo se vuelve difuso. Una obra que no se cuenta, se siente. Una vivencia artística para quien quiera mirar el olvido desde el amor y no desde la pérdida.