Trágico accidente en Campeche deja 40 muertos y ocho sobrevivientes

Un fatal accidente ocurrido en el tramo Escárcega-Villahermosa, en Campeche, dejó un saldo de 40 personas fallecidas y solo ocho sobrevivientes. El siniestro tuvo lugar la madrugada del sábado cuando un tráiler invadió el carril contrario y chocó de frente contra un autobús de la empresa de transportes “Tour’s Acosta”. 

Tras el impacto, ambas unidades fueron consumidas por el fuego. Entre las víctimas mortales se encuentran 38 pasajeros y los dos conductores de los vehículos involucrados, según informó la empresa de transporte. En videos difundidos en redes sociales, se escuchan las llamadas de auxilio de los pasajeros mientras las llamas devoraban el autobús.

 

El gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, lamentó el trágico suceso a través de sus redes sociales y aseguró que su administración está trabajando en coordinación con las autoridades de Campeche y el gobierno federal para brindar la atención necesaria a las víctimas y sus familias.

 

El accidente ocurrió a la altura del poblado Buena Vista, en el municipio del Carmen, a aproximadamente 100 kilómetros de Villahermosa, Tabasco. Las autoridades continúan investigando las causas exactas del accidente y aún no han emitido un dictamen oficial.

 

El alcalde de Comalcalco, Ovidio Peralta, también expresó su pesar por la tragedia, destacando que en el autobús viajaban numerosos ciudadanos tabasqueños. Mientras tanto, la empresa “Tour’s Acosta” reafirmó su compromiso de apoyar a las víctimas y sus familias, proporcionando asistencia y organizando rutas para los familiares que necesiten trasladarse a Candelaria para realizar los trámites correspondientes.

 

El gobierno de Tabasco ha dispuesto un equipo especial para dar seguimiento a la situación y garantizar el apoyo a los afectados.

 

Se espera que en los próximos días las autoridades emitan un informe detallado sobre las responsabilidades del siniestro y las medidas que se tomarán para evitar tragedias similares en el futuro.

Indignación por el asesinato de Arnoldo Nicolás Romero, considerado protector de las comunidades indígenas

El pasado 17 de enero, la lucha por la defensa de la tierra en Oaxaca sufrió un golpe devastador. Arnoldo Nicolás Romero, comisario ejidal de Buena Vista y reconocido activista contra el proyecto del Tren Interoceánico, fue hallado sin vida en un rancho entre Santa Ana y la cabecera municipal de San Juan Guichicovi. Su cuerpo, con evidentes impactos de arma de fuego, confirmó el desenlace trágico tras haber sido reportado como desaparecido.

Romero, quien dedicó su vida a la protección de los derechos de las comunidades indígenas y al cuidado de sus tierras, era miembro de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni). Su incansable lucha contra el Tren Interoceánico lo convirtió en un símbolo de resistencia para quienes temen que este megaproyecto afecte sus territorios y modos de vida.

La organización Artículo 19, a través de redes sociales, condenó el asesinato de Romero y exigió que se haga justicia. También solicitó que las autoridades brinden protección inmediata a los defensores de derechos humanos y del medio ambiente, quienes enfrentan crecientes riesgos por su labor.

De igual forma, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) calificó el crimen como una afrenta a los derechos humanos y demandó que la investigación contemple el contexto de su activismo. “Es indispensable que este suceso sea investigado desde la perspectiva de los derechos humanos y que se contemple su labor como persona defensora”, señaló la comisión, que también envió sus condolencias a la familia y a las organizaciones a las que Romero pertenecía.

El Tren Interoceánico, un proyecto que busca conectar los océanos Atlántico y Pacífico a través del Istmo de Tehuantepec, ha generado divisiones entre quienes ven en él una oportunidad de desarrollo económico y quienes temen la pérdida de tradiciones, tierras y recursos naturales. La resistencia de Romero y otros defensores ha sido clave para visibilizar las preocupaciones de las comunidades indígenas.

El asesinato de Arnoldo Nicolás Romero es un recordatorio del peligro que enfrentan quienes defienden los derechos humanos en México. La exigencia de justicia no solo honra su memoria, sino que también es un llamado a proteger a quienes continúan luchando por un futuro más justo y sostenible.