El próximo martes 1 de octubre, la Ciudad de México será testigo de una movilización encabezada por jóvenes universitarios en protesta contra las reformas constitucionales impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador. El movimiento Generación del 24, organizador de la manifestación, ha convocado a estudiantes de distintas universidades a unirse en defensa de la democracia, los derechos humanos y la autonomía de las instituciones del país.
La marcha, que comenzará a las 9:00 de la mañana en el Hemiciclo a Juárez y concluirá en el icónico Monumento a la Revolución, coincidirá con un evento histórico: la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como la primera mujer presidenta de México. Sin embargo, en lugar de celebrar, los universitarios se preparan para expresar su descontento con las reformas que consideran una amenaza para el futuro de la nación.
El llamado de Generación del 24 ha sido claro: “Defender la democracia, los derechos humanos y exigir un futuro con derecho a la paz”. Este mensaje resuena entre estudiantes de universidades como la UNAM, el Tecnológico de Monterrey, el ITAM y la UAM, quienes se unen en una sola voz para demandar un país donde las decisiones políticas no comprometan la autonomía de las instituciones ni los derechos ciudadanos.
Desde febrero de este año, el presidente López Obrador ha promovido un paquete de reformas constitucionales que ha generado controversia en diversos sectores. Entre las más debatidas se encuentra la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, una medida que, según críticos, podría militarizar aún más la seguridad pública del país. Esta reforma, ya aprobada por el Congreso de la Unión y en proceso de ser ratificada por las legislaturas locales, es uno de los principales motivos de la movilización estudiantil.
Asimismo, la reforma al Poder Judicial ha sido otro de los puntos que ha encendido el debate. La posibilidad de elegir jueces mediante voto popular ha generado incertidumbre entre los estudiantes de derecho y futuros abogados, quienes temen que la carrera judicial se vea politizada y pierda su imparcialidad. Las manifestaciones previas ya han dado muestra del descontento que esta propuesta ha generado entre las comunidades universitarias.
Lo que comenzó como una convocatoria estudiantil ha adquirido una relevancia política significativa. Los organizadores de Generación del 24 insisten en que esta movilización no es solo una protesta contra reformas específicas, sino una demanda más amplia por un país donde la autonomía de las universidades, el respeto a los derechos humanos y la estabilidad democrática sean pilares irrenunciables.
La elección de la fecha de la marcha no es casual. Mientras el país observa la toma de protesta de su primera mujer presidenta, los universitarios buscan que su protesta sea un recordatorio de que el futuro de México no puede construirse sobre bases que ellos consideran riesgosas. “No estamos en contra del progreso, pero el progreso debe respetar la democracia y las instituciones”, subrayan los líderes del movimiento.