Turistas de Torreón, Monclova y Durango viven pesadilla en la Durango-Mazatlán

La tarde del pasado jueves se convirtió en una experiencia de terror para 165 turistas que se dirigían o regresaban de Mazatlán cuando fueron atacados por un grupo armado en la carretera Durango-Mazatlán, a la altura de la comunidad Chavarría Nuevo, en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango. A pesar del dramatismo de los hechos, todos los viajeros fueron rescatados sin heridas, aunque el pánico vivido permanecerá en sus memorias.

 

Los civiles armados interceptaron tres autobuses de las líneas Premium y Futura, obligando a los pasajeros a descender para posteriormente incendiar dos de las unidades. Según declaraciones de las autoridades, los afectados se refugiaron en una escuela cercana mientras esperaban la llegada de las fuerzas de seguridad. “Fue una situación aterradora, pero gracias a la rápida intervención de la Policía Estatal, todos estamos a salvo”, expresó uno de los conductores involucrados en el incidente.

 

Elementos de la Policía Estatal de Durango desplegaron un operativo de emergencia tras tener conocimiento del ataque. Al llegar al lugar de los hechos, ofrecieron protección a los turistas y garantizaron su traslado seguro a sus destinos, cumpliendo con su compromiso de velar por la seguridad de los ciudadanos en medio de una creciente ola de violencia en el país.

 

Uno de los camiones, un autobús de la línea Premium, transportaba a 50 turistas provenientes de Torreón, Coahuila, quienes se dirigían a disfrutar de las playas de Mazatlán, Sinaloa. Un segundo autobús, de la línea Irizar, partía de Monclova con 35 pasajeros a bordo, mientras que un tercer vehículo transportaba a 80 personas que regresaban a Durango después de haber visitado Mazatlán. Estas tres unidades fueron el blanco de la agresión que ha dejado una vez más en evidencia la vulnerabilidad de los ciudadanos ante la violencia que asola ciertas regiones del país.

 

Uno de los pasajeros, quien prefirió mantener su anonimato, relató la angustiante situación: “Íbamos disfrutando del viaje, todo parecía normal, pero de repente unos hombres armados nos obligaron a detenernos y bajar del autobús. No sabíamos si íbamos a salir con vida. Fue aterrador ver cómo incendiaban los camiones”. La calma y coordinación entre los turistas fue clave para evitar el pánico, y una vez refugiados en la escuela de Chavarría Nuevo, pudieron respirar con algo de alivio.

 

El incidente, que afortunadamente no dejó víctimas mortales ni heridos, ha causado gran conmoción entre los afectados, quienes simplemente buscaban disfrutar de unos días de descanso o regresar a sus hogares. La presencia de estos grupos armados en las carreteras genera una creciente preocupación tanto para las autoridades como para los ciudadanos.

 

Este ataque es un recordatorio más de la necesidad urgente de reforzar la seguridad en las carreteras del país, especialmente en rutas tan transitadas como la Durango-Mazatlán, un corredor vital para el turismo nacional. La violencia en estas zonas no solo pone en riesgo la vida de los viajeros, sino también la economía local, ya que el turismo es una de las principales fuentes de ingreso para Mazatlán y otros destinos en el Pacífico mexicano.

 

El gobernador de Durango, en respuesta a los hechos, anunció un aumento en los operativos de seguridad en las carreteras que conectan con Sinaloa y otras regiones del país. “No permitiremos que el miedo se apodere de nuestras carreteras. Garantizaremos que las familias puedan viajar con tranquilidad y sin temor a ser víctimas de la delincuencia organizada”, afirmó en un comunicado.