Victoria, la batalla por un cambio

  • La próxima elección los ciudadanos de la Capital evaluarán los servicios públicos, seguridad y calidad de vida

Ciudad Victoria, Tam.- La capital del estado se ha convertido en el epicentro de una batalla electoral donde los ciudadanos jugarán un papel fundamental con su voto, en un escenario que plantea un dilema básico, seguir en la Capital con los mismos esquemas municipales representado por Eduardo Gattás, o un cambio en la persona de Oscar Almaraz, quien ha generado en miles de victorenses que hoy viven inconformes una luz de esperanza.

Si bien, participa Luis Torre Aliyán, el mismo se ha convertido en su peor enemigo, ya que a días de iniciar el proceso electoral, arrancó una guerra intestina desarrollando un conflicto contra el líder moral del partido que lo abandera (Movimiento Ciudadano) Gustavo Cárdenas, además de otras figuras y perfiles de ese organismo político.

Para la ciudadanía a lo largo de la Capital, la vida cotidiana se ha convertido en una auténtica pesadilla al lidiar a su paso con problemas de atención básica municipal, como baches, un pésimo servicio de basura, un pobre alumbrado, inseguridad que crece día a día y problemas de agua, que si bien no es achacable al alcalde, si lo es la forma en que lo enfrenta.

En este sentido, el regreso de Oscar Almaraz a Victoria, tras su paso por la Cámara de Diputados en el que destacó como el legislador tamaulipeco más productivo, ha generado una gran expectativa por su capacidad de gestión y acuerdos, además de su trabajo en la alcaldía, donde la cantidad de obras realizadas dejo un precedente historicamente que nadie a igualado.

Viene para la Capital un proceso electoral muy intenso, donde el actual alcalde tratará de reelegirse pese a un mal trabajo, con un partido dividido por sus propios arrebatos, y donde pese a tener alieado politicamente los colores desde hace 2 años, no ha logrado una sola obra emblematica.

Por su parte, Almaraz llega en un ambiente de unidad, con objetivos claros, y con la tranquilidad del respaldo de obras y acciones que los victorenses actualmente usan y servicios, que en su momento, funcionaban como relojito y hoy en día extrañan.