¿Te imaginas buscar a tu papá por Facebook y terminar encontrando a alguien totalmente distinto… pero que llega a cambiarte la vida por completo?
Así arranca Un mejor papá (Bob Treviño Likes It), una película que mezcla el drama con la comedia de una forma tan sincera, tan humana, que no hay forma de salir del cine sin llevarte algo en el corazón. Esta cinta dirigida por Tracie Laymon llega a salas mexicanas desde el 15 de mayo bajo el sello de Cinépolis Distribución, y sí: es tan emotiva como suena.
Lo curioso es que esta historia, por más increíble que parezca, está basada en hechos reales. La vida de Lily Treviño, interpretada por la talentosa Barbie Ferreira (sí, la misma de Euphoria), ha sido una cadena de abandonos: primero por parte de su madre, y después por un padre que simplemente desapareció de su vida cuando más lo necesitaba. Cansada de la soledad, un día decide buscarlo en Facebook. Encuentra un perfil que coincide con su nombre, Bob Treviño, lo agrega… y aunque no es su papá, es justo quien terminará dándole algo mejor: una conexión real.
Ese otro Bob —interpretado por John Leguizamo, a quien probablemente recuerdes por El Menú o Romeo + Julieta— es un tipo común. Trabaja en la construcción, tiene su propia familia, no es particularmente emocional. Pero cuando Lily aparece en su vida digital, algo cambia en ambos. Lo que comienza como un error, se transforma en una relación inesperada que redefine todo lo que creían saber sobre la familia, el amor y el pertenecer.
La película no solo va de emociones intensas. Tiene momentos absurdamente divertidos que la hacen ligera sin perder profundidad. A este viaje se suma un elenco que suma muchísimo con su autenticidad: French Stewart, Lauren “Lolo” Spencer, y la actriz ganadora del Tony, Rachel Bay Jones, completan el reparto de esta joyita del cine independiente que ya ha conmovido en festivales como SXSW, SEMINCI y el Festival Internacional de Cine de Calgary.
Un mejor papá es ese tipo de historia que llega cuando más la necesitas, justo como pasa en la película. En un mundo lleno de filtros, desconexiones y relaciones rotas, esta cinta nos recuerda que a veces lo más grande viene en gestos pequeños: un mensaje, una llamada… o un simple “like”.
¿La mejor parte? Es una historia que no pretende ser perfecta. Solo quiere ser honesta. Como la vida. Así que si tienes ganas de reír, llorar un poco (o mucho) y salir del cine con una sonrisa esperanzadora, no te la pierdas. Porque, al final, todos merecemos un Bob.