No nos subordinamos: Sheinbaum marca límites ante planes militares de EE.UU. de introducir drones

Durante su conferencia matutina del 8 de abril, la presidenta Claudia Sheinbaum trazó una línea firme en torno a la soberanía nacional. Reaccionó con contundencia ante los reportes que apuntan a una posible estrategia de la administración de Donald Trump para utilizar drones en territorio mexicano con el objetivo de atacar a cárteles del narcotráfico. Su respuesta fue clara: “No estamos de acuerdo”.

La mandataria subrayó que México no permitirá ningún tipo de intervención extranjera. Reafirmó que la colaboración con Estados Unidos se sostiene sobre principios de respeto y coordinación, no subordinación. “Nos coordinamos, colaboramos, no nos subordinamos y no hay ni injerencismo ni estas acciones”, aseguró ante medios nacionales e internacionales.

La propuesta aún en discusión, revelada por NBC News, contempla el uso de drones militares estadounidenses para atacar directamente a líderes de cárteles, sus redes logísticas y estructuras operativas en México. A pesar de que no existe una decisión definitiva, la posibilidad de acciones unilaterales sigue latente. La información cita a seis funcionarios estadounidenses actuales y retirados del ámbito militar, de inteligencia y seguridad, quienes confirmaron que las conversaciones se mantienen en fases iniciales.

Las implicaciones legales y diplomáticas de esta iniciativa son de gran escala. Atacar objetivos dentro de territorio mexicano sin el consentimiento expreso del gobierno podría quebrantar el derecho internacional y abrir un nuevo capítulo de tensiones entre ambos países. Sin embargo, algunos sectores en Estados Unidos defienden el derecho a la defensa frente a amenazas originadas más allá de sus fronteras.

En paralelo, el gobierno estadounidense habría intensificado sus vuelos de vigilancia sobre México para recolectar datos de inteligencia. Esta información serviría como base para un eventual operativo de gran precisión, con miras a debilitar a las organizaciones criminales mediante ataques selectivos. Los blancos potenciales incluirían vehículos, bodegas y centros de operaciones de los cárteles.

Sheinbaum destacó que este tipo de medidas no ataca la raíz del problema. Desde su perspectiva, la única vía efectiva para combatir el narcotráfico es mediante inteligencia, investigación y el abordaje profundo de las causas estructurales. Reiteró también su confianza en el diálogo continuo con Estados Unidos, al afirmar que este canal diplomático se mantiene abierto y activo.

El precedente de cooperación entre ambos gobiernos durante la administración de Felipe Calderón, donde fuerzas especiales mexicanas fueron entrenadas por el ejército estadounidense, aún resuena en la memoria colectiva. Sin embargo, la actual mandataria marca distancia respecto a cualquier acción que comprometa la soberanía mexicana.

NBC también reveló que la administración Trump ha sugerido a funcionarios mexicanos que “todas las opciones están sobre la mesa”, respaldando una línea de presión política que incluye medidas como los aranceles. Esta estrategia busca influir en la postura del gobierno mexicano y abrir paso a posibles operaciones conjuntas.

La presidenta insistió en que México seguirá defendiendo su territorio y sus principios. “Por supuesto que lo rechazamos, cualquiera de estas acciones”, expresó enfática. El mensaje fue directo: en territorio mexicano, ninguna decisión ajena cruzará los cielos sin autorización.