Industria automotriz en jaque: Trump activa fuerte arancel a autos no americanos

Estados Unidos encendió las alarmas del comercio global al anunciar la imposición de un arancel adicional de 25% a todos los vehículos que no sean fabricados en su territorio. Con esta medida, firmada por el presidente Donald Trump a través de una orden ejecutiva, la administración busca dar un impulso decisivo a la reindustrialización del país y reforzar su industria automotriz.

Desde la Casa Blanca y transmitido en vivo a través de sus canales oficiales, Trump oficializó una decisión que venía anunciando desde meses atrás. La medida establece que cualquier vehículo importado tendrá que enfrentar este fuerte impuesto, mientras que los incentivos fiscales para autos eléctricos solo estarán disponibles para quienes adquieran unidades ensambladas en suelo estadounidense.

 

La administración estima que la recaudación derivada de esta nueva política podría superar los 100 mil millones de dólares anuales, una cifra que impactará directamente en la dinámica de las importaciones y en la cadena de valor del sector automotriz.

 

En paralelo, el subsecretario de prensa principal de la Casa Blanca, Harrison Fields, aclaró a través de la plataforma X que las autopartes que cumplan con las normas del T-MEC estarán, por el momento, exentas de este arancel. No obstante, advirtió que estas piezas estarán sujetas a un futuro proceso de evaluación a cargo del Departamento de Comercio y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) para determinar posibles ajustes según su contenido.

 

La medida no solo busca fortalecer la producción nacional, sino que también pretende generar empleo desde la fase de construcción de nuevas plantas, hasta la manufactura de vehículos y autopartes. Trump defendió la decisión señalando que “es una medida modesta” y que proyecta un “tremendo crecimiento en la industria automotriz” a mediano y largo plazo.

 

El arancel se suma al impuesto base del 2.5% que ya existía, lo que genera un escenario complejo para los fabricantes que operan fuera de Estados Unidos, especialmente aquellos con plantas en México y Canadá. Las compañías que exportan a suelo estadounidense deberán ajustar sus cadenas de producción o asumir el costo adicional.

 

Trump cerró su intervención confirmando que el próximo 2 de abril se anunciarán nuevas disposiciones relacionadas con estos aranceles, con aplicación efectiva a partir del 3 de abril.