De agente a víctima: el oscuro desenlace de Daniel Iñiguez Arce en Sinaloa

En medio de la violencia que sacude al estado de Sinaloa, la guerra entre los grupos criminales “La Mayiza” y “Los Chapitos”, Daniel Iñiguez Arce, agente de investigación de Baja California, fue encontrado sin vida el pasado 6 de noviembre en la sindicatura de Costa Rica, municipio de Culiacán. Su cuerpo, hallado junto al de otra persona no identificada, presentaba evidentes signos de tortura, un macabro mensaje en un conflicto donde nadie parece estar a salvo.

 

Iñiguez Arce había solicitado una licencia de seis meses de su cargo en Baja California, donde operaba como agente ministerial. Sin embargo, su pasado estuvo marcado por controversias y sospechas. De acuerdo con fuentes internas, el agente mantenía presuntos vínculos con “Los Chapitos” y que organizaba reuniones con música de banda e incluso se le habría compuesto una canción en su honor.

 

La historia de Daniel Iñiguez Arce estuvo rodeada de episodios violentos. Apenas el 9 de junio, en San Quintín, Baja California, fue víctima de un atentado cuando sujetos armados interceptaron su vehículo. Aquella vez, el agente logró repeler la agresión y ultimó a uno de sus atacantes. Sin embargo, ese suceso parecía ser solo un presagio.

 

En noviembre, una denuncia de desaparición fue presentada por su tía en San Quintín, tras un mes sin noticias del agente, quien había mencionado estar comisionado a Sinaloa. No obstante, la Fiscalía de Baja California aclaró que Daniel se encontraba bajo licencia, aunque su nombre seguía ligado a polémicas dentro de la corporación: antecedentes por posesión de cocaína cuando era agente ministerial en Michoacán y, en 2023, suspendido en Baja California por consumir alcohol durante su horario laboral, mientras portaba su arma reglamentaria desenfundada solo quedaron como sanciones administrativas e incluso acusaciones..

 

La guerra intestina en Sinaloa entre los aliados de “El Mayo” Zambada y “Los Chapitos” ha escalado con brutalidad. La traición de estos últimos, entregando información a autoridades norteamericanas, encendió una disputa que ya suma numerosas bajas. El hallazgo de Iñiguez Arce en Culiacán expone la llegada de operadores vinculados al conflicto y las sangrientas repercusiones de una lucha por el poder.

 

Mientras la Fiscalía no confirma si los restos del agente han sido entregados a su familia, el duelo y la incertidumbre continúan. La Universidad de Tijuana, donde Daniel estudió Derecho, emitió un mensaje de condolencias, dejando entre líneas la compleja realidad de una vida que terminó atrapada entre la ley y el crimen.

 

En un escenario donde las fronteras entre las autoridades y los grupos criminales se desdibujan, la muerte de Daniel Iñiguez Arce es solo una pieza más en un tablero de poder que sigue escribiendo su historia con sangre.