El clima de violencia en Morelos alcanzó un punto especialmente doloroso con el asesinato de Sarah Olivia Rendón Parra, joven estudiante e hija de la directora del Centro de Justicia para las Mujeres del estado, Sara Olivia Parra Téllez. El hecho ocurrió la noche del martes 27 de mayo en la colonia El Empleado, ubicada en Cuernavaca.
El ataque, ocurrido durante lo que se presume fue un intento de asalto, ha generado una ola de indignación y pesar entre autoridades, colectivos sociales y ciudadanos. La noticia se dio a conocer cuando Parra Téllez expresó su dolor públicamente en redes sociales. “Me hayan arrebatado a mi hermosa hija Sarah Olivia Rendón Parra, un ser único y excepcional, inteligente, proactiva, estudiosa, humana”, escribió en un mensaje que rápidamente se viralizó.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Morelos informó que se están siguiendo todas las líneas de investigación posibles, con el compromiso de no dejar impune este crimen. Se trata de un caso que ha tocado fibras sensibles por su cercanía con una funcionaria activa en temas de atención y protección a víctimas de violencia.
La gobernadora del estado, Margarita González Saravia, también se pronunció ante el homicidio. Declaró que el caso se investigará a fondo y que se buscará a los responsables. “Nuestra responsabilidad como gobierno es asegurar la paz en el estado de Morelos”, afirmó la mandataria en una declaración pública.
Este hecho no solo ha sacudido a la comunidad jurídica de Morelos, sino también a sectores de la sociedad que han alzado la voz en memoria de Sarah Olivia. En medio del dolor, su historia ha resonado con fuerza por tratarse de una joven con un futuro brillante, descrita como una persona comprometida con sus estudios y cercana a los valores familiares.
La directora Parra Téllez agradeció las muestras de cariño y solidaridad que ha recibido, reconociendo que aún se encuentra en estado de shock. La pérdida ha sido profundamente sentida no solo por su familia, sino por muchos que vieron en Sarah Olivia a una joven promesa.
Con este suceso, el llamado a reforzar la seguridad y garantizar justicia en Morelos se vuelve aún más urgente. La exigencia de verdad y resultados en la investigación se ha vuelto central en la conversación pública. La memoria de Sarah Olivia impulsa ahora una demanda colectiva por paz, justicia y respeto a la vida.