El cine mexicano despide a una de sus grandes figuras: Emilio Echevarría, reconocido actor que dio vida al inolvidable personaje de El Chivo en la aclamada película Amores Perros (2000), falleció este sábado a los 80 años. La noticia fue confirmada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) a través de su cuenta oficial en X.
Echevarría, nacido el 3 de julio de 1944 en la Ciudad de México, inició su carrera en 1978 en la agrupación Circo Maroma y Teatro, donde trabajó con destacados maestros como José Luis Ibáñez, Otto Minera y Dimitrio Sarrás. Su trayectoria incluye tres nominaciones al Ariel, el máximo galardón del cine mexicano, destacando por su talento en filmes como Morir en el Golfo (1990), Un monstruo de mil cabezas (2016) y El elegido (2018).
Aunque comenzó en el cine con Un día crucial para Ausencio Paredes (1987), fue su interpretación en Amores Perros, dirigida por Alejandro González Iñárritu, la que marcó un antes y un después en su carrera. Su personaje, un exguerrillero convertido en sicario que vivía rodeado de perros callejeros, cautivó al público y colocó a Echevarría en el radar internacional.
Su legado también incluye participaciones en producciones de Hollywood como Otro día para morir (2002), junto a Pierce Brosnan, El Álamo (2004) y Babel (2006), otro éxito de Iñárritu. Más allá de los reflectores, Echevarría veía la actuación como un reflejo profundo de la condición humana. “Somos ángeles y demonios”, afirmó en 2012, una frase que encapsula su compromiso con explorar los extremos de las emociones humanas en cada uno de sus personajes.
Con una carrera que abarcó más de cuatro décadas, Emilio Echevarría deja una huella imborrable en el cine mexicano e internacional. Su capacidad para interpretar personajes complejos y su visión única de la actuación lo convirtieron en un referente para nuevas generaciones de actores.
El mundo del cine pierde a un grande, pero su obra y su pasión por el arte seguirán inspirando. Descanse en paz, Emilio Echevarría, un actor que vivió intensamente tanto dentro como fuera del set.