Un contingente de 172 cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar volvió al puerto de Veracruz la madrugada de este lunes, marcando el cierre anticipado de una travesía que debía consolidar su formación profesional. El regreso, sin embargo, estuvo teñido por la tragedia: dos marinos fallecidos, 22 lesionados y un histórico buque varado en Nueva York tras un choque que ya se investiga a nivel internacional.
A bordo del avión que los trasladó desde Estados Unidos también viajaban dos oficiales, un capitán, un oficial adicional y tres clases. La Secretaría de Marina gestionó su retorno desde el domingo, luego del impacto del Buque Escuela Cuauhtémoc contra el puente de Brooklyn la noche del 17 de mayo. Dos cadetes permanecen hospitalizados en Nueva York recibiendo atención médica especializada.
El impacto dejó severos daños en los mástiles del velero mexicano, que superaban la altura del puente. La fuerza del choque provocó que las estructuras colapsaran. La SEMAR confirmó que los jóvenes marinos realizaban prácticas de navegación, parte fundamental de su preparación académica, cuando ocurrió el accidente.
La nave, que había zarpado el 4 de mayo desde Cozumel, Quintana Roo, había recorrido puertos en Cuba, Islandia, Jamaica y Francia. Según datos de la Escuela Naval de Antón Lizardo, a bordo del Cuauhtémoc viajaban 277 personas: 213 hombres y el resto mujeres, en su mayoría cadetes.
La Marina no ha informado aún qué ocurrirá con el emblemático buque, ahora inmovilizado en Brooklyn. Mientras tanto, las investigaciones avanzan y apuntan a la operación de remolque como posible factor determinante del accidente. La Agencia Nacional para la Seguridad del Transporte de los Estados Unidos (NTSB) ya solicitó información a la empresa McAllister Towing, propietaria del remolcador Charles D. McAllister, que asistía al Cuauhtémoc al momento del incidente.
Este remolcador, construido en 1967 y uno de los más antiguos aún en operación en la bahía de Nueva York, habría empujado al buque mexicano por un costado en lugar de arrastrarlo, maniobra cuestionada por expertos navales. “El remolcador utilizado era potente, pero como no está amarrado al barco sólo puede empujar. No puede tirar del barco contra el viento y la corriente”, declaró el capitán John Konrad, oficial de la Marina Mercante de EE. UU.
Videos del incidente muestran cómo el Cuauhtémoc retrocede sin control hacia el puente, mientras el remolcador intenta corregir la dirección sin éxito. La colisión fue inevitable.
McAllister Towing confirmó su participación en el apoyo al velero y aseguró estar colaborando con las autoridades. Se espera que en las próximas horas se revelen avances en la investigación oficial que busca aclarar uno de los incidentes más impactantes en la historia reciente de la Marina mexicana.