El cierre de la aplicación CBP One, implementada para gestionar citas de migrantes en Estados Unidos, ha dejado a al menos 270,000 personas varadas en territorio mexicano. Esta herramienta, creada en 2020 durante la administración de Joe Biden, permitió a miles de migrantes obtener citas con jueces migratorios en puntos fronterizos de Estados Unidos. Sin embargo, su repentina desactivación el 20 de enero de 2025, coincidiendo con la investidura de Donald Trump como presidente, ha generado una crisis humanitaria en la región.
La aplicación CBP One era utilizada principalmente por migrantes de Venezuela, México y Cuba, quienes buscaban protección en Estados Unidos para escapar de la violencia y la precariedad económica en sus países. En los últimos dos años, se registraron 936,500 solicitudes a través de la aplicación, con más de 919,000 personas admitidas en territorio estadounidense. No obstante, el abrupto cierre dejó canceladas 30,000 citas programadas entre el 20 de enero y la primera quincena de febrero. Además, otros 240,000 migrantes que intentaban aplicar quedaron sin opciones.
La noticia del cierre provocó escenas de desesperación en la frontera norte de México. Fotografías y videos muestran a migrantes llorando y expresando su frustración, al ver que sus esfuerzos para alcanzar el “sueño americano” se desmoronaron en un instante.
El cierre de CBP One es parte de una política más estricta del nuevo gobierno estadounidense para frenar la migración irregular. La administración Trump planea deportar a un millón de personas al año, según comunicados oficiales. Sin embargo, esta decisión ha generado críticas, ya que muchas personas que dependían de la aplicación ahora enfrentan un futuro incierto.
En México, los migrantes afectados han encontrado opciones limitadas. Algunos permanecen en albergues temporales, mientras que otros aceptan ofertas de trabajo locales o deciden regresar a sus países con ayuda del gobierno mexicano. Durante la gestión de Joe Biden, acuerdos bilaterales permitieron que los trámites de CBP One se realizaran en el sur de México, evitando que las caravanas avanzaran hacia la Ciudad de México o la frontera norte. Ahora, con el cierre de la aplicación, estas estrategias se han desmoronado.
CBP One representó una esperanza para miles de personas que aspiraban a ingresar legalmente a Estados Unidos. Con su cierre, los migrantes enfrentan una nueva realidad marcada por incertidumbre y desafíos. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca las implicaciones de estas políticas en una crisis migratoria que continúa sin solución definitiva.