Petróleos Mexicanos (Pemex) registró una pérdida de 190 mil 471 millones de pesos (9 mil 121 millones de dólares) en el cuarto trimestre de 2024, impactado por el aumento en el costo de ventas, el deterioro de activos y una mayor pérdida cambiaria. Este resultado contrasta con la ganancia de 5 mil 50 millones de pesos reportada en el mismo periodo de 2023.
Los ingresos de la empresa crecieron un 2.6% interanual, alcanzando los 436 mil 633 millones de pesos, impulsados por un aumento en los precios de las gasolinas y en la exportación de productos refinados. Sin embargo, la deuda financiera se elevó a 97 mil 600 millones de dólares, reflejando la presión económica que enfrenta la compañía.
El gobierno mexicano ha apoyado a Pemex con inyecciones de capital para ayudar a cubrir sus deudas. En 2024, la empresa recibió 156 mil 500 millones de pesos, de los cuales 151 mil millones se destinaron al pago de obligaciones financieras. No obstante, la deuda con proveedores creció un 37.4% interanual, situándose en 24 mil 973 millones de dólares, lo que ha afectado las operaciones de exploración y extracción.
“Pemex atraviesa por una situación retadora y diferente a las circunstancias del pasado, pues enfrentamos distintas problemáticas operativas y de productividad”, afirmó Jorge Alberto Aguilar, director de planeación de la empresa, en una llamada con analistas. En febrero, la secretaria de Energía, Luz Elena González, anunció que Pemex había pagado 75 mil millones de pesos a proveedores y que esperaba liquidar los adeudos en marzo.
Para hacer frente a sus compromisos financieros, la empresa colabora con las secretarías de Hacienda y Energía en la búsqueda de soluciones viables y ha intensificado los pagos a proveedores. En 2024, desembolsó 404 mil 454 millones de pesos a contratistas.
La producción de crudo y condensados, incluyendo la de socios, descendió un 10% en el cuarto trimestre, alcanzando 1.67 millones de barriles por día (bpd). Esta caída se atribuye a la declinación natural de yacimientos marinos como Maloob y Zaap, así como del campo terrestre Quesqui.
La presidenta Claudia Sheinbaum estableció una meta de producción promedio de 1.8 millones de bpd durante su sexenio. Directivos de Pemex indicaron que este objetivo podría alcanzarse mediante asociaciones con inversionistas privados en diversos proyectos.
Una reciente reforma energética aprobada por el Senado permitirá a Pemex acceder a nuevos esquemas de inversión sin ceder control ni aportar capital. Además, el procesamiento de crudo aumentó un 7.6% en el trimestre, alcanzando 786 mil bpd gracias a mayores niveles en las refinerías de Madero y Salina Cruz.
Pemex enfrenta un panorama desafiante, pero la empresa busca estrategias para estabilizar sus finanzas y fortalecer su producción en los próximos años.