El exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, ha anunciado su retirada del equipo de campaña de Xóchitl Gálvez Ruiz, precandidata presidencial del Frente Amplio por México, coalición conformada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).

Aureoles comunicó su decisión a través de un mensaje en redes sociales, donde expuso las continuas descalificaciones sufridas durante reuniones privadas por parte de Xóchitl Gálvez. En el comunicado, el político perredista manifestó su renuncia a la encomienda que se le había asignado en el equipo “Fuerza y Corazón por México”.

“Ante las constantes descalificaciones de las que he sido objeto en varias reuniones privadas por parte de @XochitlGalvez. En un acto de congruencia, he decidido no aceptar la encomienda que me hicieran en su equipo de Fuerza y Corazón por México”, expresó Aureoles en su cuenta de Facebook.

Aureoles, quien había sido designado responsable de Desarrollo Urbano Sustentable en el equipo de Xóchitl Gálvez el pasado 6 de diciembre, expresó su deseo de que la oposición resulte victoriosa en las elecciones presidenciales de 2024. “Desde lo más profundo de mi corazón, anhelo que ganemos la presidencia de nuestro país y tengan por seguro que desde mi trinchera, abonaré como siempre lo he hecho a que el México que soñamos sea una realidad”, añadió Aureoles.

La aspirante presidencial Claudia Sheinbaum ha cimentado su estrategia electoral en alinearse con el discurso de Andrés Manuel López Obrador, asegurando que dará continuidad a sus proyectos y erigirá “el segundo piso de la Cuarta Transformación”. Este enfoque, simultáneamente promesa y baluarte, busca asegurar la simpatía del voto duro morenista. Sin embargo, las primeras señales de divergencia han surgido en el diseño de las políticas públicas de Sheinbaum, quien se comprometió a imprimir un “sello propio” a la continuación del proyecto obradorista durante su campaña.

La discrepancia se manifiesta especialmente en relación con la reforma al Poder Judicial, una iniciativa que el presidente busca concluir antes de finalizar su mandato. López Obrador aboga por una nueva Suprema Corte y la elección directa de ministros, jueces y magistrados por los ciudadanos. Sheinbaum, aunque respalda la renovación en el órgano judicial, cuestiona la elección directa y contempla un modelo de elección indirecta, según informaron fuentes cercanas a la elaboración de su plan de gobierno.

En febrero, López Obrador tiene previsto presentar al Congreso su radical iniciativa de reforma judicial, proponiendo que todos los juzgadores federales sean elegidos por voto directo. Esta medida implica que ministros, consejeros de la Judicatura Federal, magistrados del Tribunal Electoral y jueces federales se sometan a procesos electorales. El presidente apuesta a que su partido, Morena, obtenga una mayoría cualificada en las elecciones de 2024, facilitando la aprobación de reformas constitucionales sin negociar con la oposición.

Fuentes cercanas a Sheinbaum revelan su desacuerdo con la elección directa de ministros, aunque reconocen la necesidad de cautela ante la figura del presidente. El ministro en retiro Arturo Zaldívar, integrante del equipo de Sheinbaum, liderará un proyecto alternativo de reforma judicial, buscando la opinión de víctimas de delitos graves en foros en Ciudad de México, Oaxaca y Estado de México.

Sheinbaum planea presentar su propuesta final el 15 de febrero, coincidiendo con el envío del proyecto de López Obrador al Congreso. Mientras que la propuesta radical del presidente busca abrirse paso en el legislativo, la iniciativa de Sheinbaum se presenta como una declaración de intenciones, marcando su apuesta por una reforma judicial más moderada ante la opinión pública y los mercados.