Las prácticas cuestionables en la gestión de la Oficial Mayor, Profesora Trinidad Franco, en el Estado de México, han generado preocupación sobre posibles malversaciones de fondos públicos y falta de transparencia en el proceso de licitaciones.
En menos de un año en el cargo, Franco ha sido señalada por llevar a cabo licitaciones que levantan sospechas de favoritismo hacia ciertos contratistas y compras de servicios a precios inflados. Estas acciones, que van en contra de los principios de transparencia y austeridad tantas veces planteados por la Gobernadora de la entidad, Delfina Gómez, podrían representar un uso inadecuado de los recursos del estado.
La rapidez con la que se han resuelto estas licitaciones también ha llamado la atención, sugiriendo una falta de rigurosidad en los procesos y levantando interrogantes sobre la integridad del gobierno que representa.
La preocupación del gobierno estatal crece ante la posibilidad de que estas irregularidades lleguen a oídos del presidente Andrés Manuel López Obrador, especialmente en un contexto electoral donde tales problemas podrían ser perjudiciales para la imagen del gobierno.
Este tipo de comportamientos, en plena época electoral, podría socavar la credibilidad del gobierno, especialmente cuando se proclama como un defensor de los intereses de los ciudadanos más necesitados.