Pagar multas paseando perros: una nueva forma de hacer comunidad en la CDMX

En la Ciudad de México, las infracciones de tránsito y las faltas cívicas han tomado un giro inesperado: ahora pueden saldarse con tareas comunitarias que incluyen pasear perros rescatados del Metro. Esta iniciativa, lanzada por la Consejería Jurídica y de Servicios Legales junto con el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, combina el cumplimiento de sanciones con el cuidado de animales vulnerables, promoviendo una convivencia más empática entre ciudadanos y mascotas.

 

En el Centro de Transferencia Canina, ubicado junto al Cetram El Rosario en la alcaldía Azcapotzalco, los infractores tienen la oportunidad de transformar sus multas en jornadas de trabajo comunitario. Aquí, los protagonistas son los perros rescatados de las estaciones y vías del Metro, quienes reciben compañía, paseos y cuidados de quienes buscan resarcir sus actos.

 

Jocelyn Romero, responsable operativa de las Jornadas de Trabajo Comunitario, destacó que esta modalidad busca cambiar la percepción de las sanciones. Más que un castigo, se convierte en una acción que beneficia tanto al infractor como a la comunidad y a los animales.

 

Entre las faltas que pueden resolverse bajo esta modalidad se encuentran exceso de velocidad, invasión de carriles, estacionarse en lugares prohibidos y tirar basura, entre otras estipuladas en la Ley de Cultura Cívica y el Reglamento de Tránsito de la CDMX. Los horarios para participar están divididos en dos turnos: de 8:00 a 12:00 horas y de 12:00 a 16:00 horas.

 

Desde su implementación el 23 de diciembre de 2024, la respuesta ha sido positiva. Más de 270 personas han participado, dejando claro que el trabajo comunitario con animales genera una experiencia enriquecedora. Alejandro, uno de los primeros participantes, compartió su testimonio: “Me sorprendió lo bien que está organizado el albergue. Pasear a los perros no solo me ayudó a cumplir mi sanción, sino que me hizo valorar más su cuidado”.

 

Además de fomentar la cultura vial y cívica, esta iniciativa impulsa la adopción responsable y el respeto hacia los animales. Según Romero, se trata de un éxito que seguirá creciendo con actividades programadas de lunes a domingo.

 

Con esta propuesta, la CDMX no solo apuesta por un modelo innovador de justicia cívica, sino que también abre una puerta al cambio social a través de pequeñas acciones que marcan la diferencia.