Luego de tres años de ausencia, debido a la pandemia de COVID-19, cientos de feligreses se reunieron este Sábado de Gloria en el Barrio del Artista, centro histórico de Puebla, para presenciar  la tradicional representación de la “Quema del Judas Iscariote”.

Los organizadores colgaron ocho figuras de tamaño real, que hacen referencia a políticos, artistas y entre otros personajes “reconocidos”, hechos de armazón de carrizo o palos, papel china y pirotecnia. Esto con el objetivo de recrear el pasaje de la Biblia, donde Judas se ahorca en un árbol tras traicionar a Jesús.

Lo más curioso es que, entre los monigotes colgados, había un Diablo que tenía escrito el nombre del presidente Andrés Manuel López Obrador.

De igual forma, la figura de AMLO protagonizó la quema de Judas en Guadalupe, Zacatecas.

En un video publicado por el Instituto Municipal de Cultura se aprecía el muñeco con las característica melena blanca del mandatario.

Cabe recordar que en marzo pasado el presidente “condenó” que sus seguidores quemaran la figura de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña; esto durantre su mitin para conmemorar el 85 aniversario de la Expropiación Petrolera, en el Zócalo capitalino.

La Quema de Judas es una tradición popular que se lleva a cabo en países como España, México y algunos otros de América Latina.

De acuerdo con la Secretaría de Cultura, la Quema de Judas surgió en México hace cientos de años, en la época de la Colonia, para evangelizar a los indígenas.

Representaba el triunfo del bien sobre el mal, por eso la figura comúnmente era un diablo, aunque desde hace algunos años se optó por muñecos de políticos, artistas o personajes populares.

Sin embargo, la tradición tiene diferentes interpretaciones según el lugar donde se lleva a cabo; como la venganza contra el traidor, o bien, la expulsión del mal.