Mellissa Harper, quien dirigía de manera interina la Oficina de Reasentamiento de Refugiados en Estados Unidos, fue destituida repentinamente el martes. La decisión fue comunicada a Harper ese mismo día, según un correo electrónico al que tuvo acceso la agencia Reuters.
En su mensaje al personal, Harper informó que su servicio en la agencia había concluido, aunque no ofreció detalles sobre las razones de su destitución. Hasta el momento, ni ella ni el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, entidad que supervisa la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, han dado declaraciones al respecto.
Este cambio de liderazgo ocurre en un momento en que la administración del presidente Donald Trump ha intensificado los esfuerzos para rastrear a niños migrantes que ingresaron solos al país, como parte de una estrategia para reforzar la política de deportación masiva.
Harper, quien anteriormente ocupó un alto cargo en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), incorporó a un pequeño equipo de esta agencia a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados. Según fuentes cercanas al asunto, esta decisión generó diversas opiniones dentro de la institución.
La destitución de Harper plantea interrogantes sobre el futuro del cuidado de los niños migrantes en Estados Unidos y la dirección que tomará la política de la administración en este ámbito. Mientras tanto, organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han expresado su preocupación ante los cambios en la gestión de este programa clave para la protección de menores no acompañados.