Tensión en el Centro Histórico tras exigencias de comerciantes para reapertura de Plaza Izazaga 89

El corazón de la Ciudad de México vivió una jornada de protestas este lunes cuando comerciantes de la Plaza Izazaga 89 cerraron importantes avenidas en el Centro Histórico. Al grito de “¡Queremos trabajar!”, los locatarios expresaron su inconformidad por el cierre indefinido de la plaza, acción que calificaron como un golpe severo a su economía.


La Plaza Izazaga 89, clausurada desde el 29 de noviembre tras un operativo que incautó más de 262 mil productos ilegales de origen asiático, ha generado un conflicto entre las autoridades y los comerciantes que ahí operan. Según los locatarios, la mayoría son mexicanos y solo una pequeña fracción de origen extranjero, un punto que, según ellos, debería reconsiderarse.


“Nos están dejando sin sustento en una de las temporadas más importantes para nuestras ventas. Lo único que pedimos es una solución: reabrir la plaza o brindarnos un lugar para continuar trabajando”, expresó indignada una comerciante afectada.


El gobierno de la Ciudad de México justificó el cierre del inmueble tras determinar que carecía de los permisos necesarios para operar y violaba diversas normativas. Además, el operativo, parte de la llamada “Operación Limpieza”, busca frenar la venta de mercancía de contrabando que prolifera en el Centro Histórico.


Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Economía, enfatizó en su cuenta de X: “La incautación de más de 262 mil productos ilegales es un paso crucial para combatir el contrabando y proteger la propiedad intelectual en México. Estos productos serán destruidos por el IMPI”.


Asimismo, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo respaldó la acción y aseguró que este tipo de operativos seguirán realizándose en coordinación con autoridades locales y federales.

Mientras las autoridades defienden la clausura de la plaza como un esfuerzo para proteger la legalidad, los comerciantes argumentan que se sienten castigados sin opciones claras para subsistir. Por su parte, ciudadanos que transitan por la zona enfrentaron afectaciones viales. La Secretaría de Seguridad Ciudadana sugirió como alternativas las calles Lucas Alamán, Lorenzo Boturini y Eje Central.


Las tensiones entre locatarios y autoridades reflejan un complejo dilema entre la necesidad de regular el comercio y el impacto económico en las familias que dependen de estos espacios. “Solo queremos trabajar, no somos delincuentes”, fue una de las consignas más repetidas durante la protesta.


Con más operativos en el horizonte, el futuro de la Plaza Izazaga 89 parece incierto. Mientras tanto, comerciantes y autoridades enfrentan el reto de encontrar una solución que equilibre la legalidad con las necesidades económicas de quienes dependen de estos espacios. La tensión persiste, y los ojos de la ciudadanía se centran en cómo se resolverá este conflicto en uno de los puntos neurálgicos del comercio en la capital mexicana.

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