CDMX cambia reglas de basura: Habrá tres tipos de separación y nuevas plantas de tratamiento

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, anunció este miércoles una nueva medida ambiental que transformará la forma en que los capitalinos separan sus desechos.

A partir del 1 de enero de 2026, la basura deberá clasificarse en tres categorías: orgánica, inorgánica reciclable e inorgánica no reciclable, con el objetivo de fortalecer el manejo responsable de los residuos y fomentar el aprovechamiento sustentable de los materiales.

El Gobierno de la Ciudad de México detalló que la medida estará acompañada de una campaña informativa dirigida a la población para explicar los cambios y promover la correcta separación desde los hogares, comercios y espacios públicos.

La nueva clasificación considera dentro de los residuos orgánicos los restos de verduras, frutas y hortalizas, así como cascarones de huevo, restos de café y té, filtros de papel para café, pan, tortillas, productos lácteos sin recipiente, huesos, aceite de cocina usado, servilletas de papel y heces de animales.

En la categoría de residuos inorgánicos no reciclables se incluyen pañuelos usados, papel de baño, bolsas de frituras, preservativos, toallas sanitarias, curitas, pañales, celofán, calzado, colillas de cigarro y chicle. Estos materiales no pueden ser reincorporados al ciclo productivo y deberán destinarse a sitios de disposición final.

Por su parte, los residuos inorgánicos reciclables comprenderán papel y cartón, plásticos, vidrio, metales, ropa y textiles, madera y envases, materiales que podrán ser aprovechados en procesos de reciclaje industrial.

Brugada destacó que esta nueva estrategia busca fortalecer la infraestructura ambiental de la ciudad, por lo que se destinarán recursos para el desarrollo de plantas de tratamiento de residuos orgánicos, con la meta de alcanzar la producción de 300 mil toneladas de composta. 

Aunque no precisó el monto de inversión, aseguró que el plan forma parte de una política integral para reducir la presión sobre los rellenos sanitarios y aprovechar al máximo los desechos.

La medida representa un cambio estructural en la gestión de residuos sólidos urbanos en la capital del país, que actualmente genera más de 12 mil toneladas diarias de basura, según cifras del propio gobierno local.

Con la entrada en vigor del nuevo sistema, el gobierno capitalino busca reducir el impacto ambiental, mejorar los procesos de reciclaje y compostaje, y avanzar hacia una ciudad más limpia y sostenible mediante la participación activa de los habitantes. La implementación iniciará el 1 de enero de 2026, tras un periodo de preparación y difusión que arrancará en los próximos meses.

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