El senador Gerardo Fernández Noroña se volvió tendencia tras las elecciones judiciales del pasado domingo, luego de que en redes sociales circularan imágenes de boletas electorales con insultos dirigidos a su persona. En respuesta, el legislador de Morena declaró que esas expresiones no le afectan y afirmó recibir un trato cordial cuando camina por la calle.
La atención se centró en el legislador, especialmente después de que en días recientes presentó una denuncia en la Fiscalía General de la República contra un ciudadano que lo increpó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. A raíz de esta denuncia, el implicado ofreció una disculpa pública.
“A mí me parece muy bien que me sigan haciendo propaganda, que sigan difundiendo, que me sigan tomando como el centro de su odio”, expresó el senador ante los medios. Agregó que, pese a las expresiones que considera cobardes y anónimas, su experiencia cotidiana es distinta: “a mí en la calle nadie me molesta, al contrario”.
La reacción no tardó en extenderse al ámbito político. El coordinador del Partido Acción Nacional en la Cámara de Diputados, Elías Lixa, ironizó sobre la cantidad de insultos dirigidos al senador en las boletas. “Yo creo que lo que le preocupa más al presidente del Senado es que como no puede identificar a tanto autor de mentada de madre, no los puede traer, uno por uno a que se disculpen en el Senado”, comentó con sarcasmo. También añadió: “quizá si se contaran esas mentadas de madre ya tendrían una silla en la Corte”.
La senadora panista Lilly Téllez también reaccionó a la situación, señalando que Fernández Noroña alcanzó un nuevo nivel de fama gracias a la oleada de menciones en las boletas electorales. “Sí, se hizo más famoso Fernández Noroña por todas las mentadas contra él en las boletas electorales”, comentó.
En medio del cruce de declaraciones, las imágenes continúan circulando en redes como reflejo del descontento de un sector del electorado. La elección judicial, diseñada para permitir la participación ciudadana en la designación de autoridades, se vio marcada por estas expresiones de desaprobación hacia figuras públicas.
Fernández Noroña mantiene su postura firme, insistiendo en que lo vivido en redes no corresponde con la realidad que experimenta al caminar entre la gente. La controversia, sin embargo, suma un nuevo episodio a su historial político, que suele estar rodeado de posiciones polarizantes y una constante presencia en la conversación pública.