El Cabildo de Tijuana ha tomado una decisión que marca un precedente en su gestión ante crisis migratorias: emitir una declaratoria de emergencia para responder a la posible llegada masiva de migrantes. Esta acción busca prevenir impactos negativos tanto para los migrantes como para los habitantes de la ciudad, en medio de un contexto de tensiones por las políticas anunciadas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
La sesión extraordinaria del Cabildo, presidida por el alcalde Ismael Burgueño, fue unánime en su voto. El mensaje es claro: Tijuana está preparada para afrontar los desafíos que puedan derivarse de deportaciones masivas. Según el alcalde, la coordinación con los gobiernos estatal y federal será clave para garantizar una respuesta organizada y efectiva.
Magaly Ronquillo, regidora del municipio, explicó que la declaratoria permite a la tesorería municipal gestionar recursos para fortalecer la infraestructura destinada a esta contingencia. Esto incluye la habilitación de albergues, adquisición de insumos y arrendamiento de inmuebles, en colaboración con el sector privado.
El alcalde aseguró que esta medida preventiva busca evitar la saturación de espacios públicos y los problemas sociales que ello podría generar. Recordó experiencias del pasado, como la caravana migrante de 2018, para subrayar la importancia de actuar con antelación y transparencia. Además, enfatizó que los fondos se gestionarán sin afectar las áreas operativas del municipio.
Mientras tanto, las cifras oficiales destacan que la situación actual en la frontera entre México y Estados Unidos se encuentra relativamente calma. En diciembre, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos registró 47,000 detenciones en la frontera suroeste, una cifra considerablemente menor que los picos observados en años recientes. Sin embargo, con la toma de posesión de Trump y sus anunciadas políticas de mano dura contra la migración, este panorama podría cambiar drásticamente.
Tijuana no solo se enfrenta a la logística de una posible crisis humanitaria, sino también al desafío de mantener la estabilidad en la ciudad. Para ello, el gobierno local promete una gestión responsable, dejando claro que la prioridad es tanto proteger a los migrantes como salvaguardar la calidad de vida de sus ciudadanos.
En palabras del alcalde Burgueño, “la tranquilidad de la población es primordial, y nuestra coordinación con el gobierno federal y estatal refuerza el compromiso de Tijuana ante esta posible contingencia”. Un mensaje que resuena en una ciudad que históricamente ha sido punto clave en el complejo panorama migratorio de la región.