Sicarios con “monstruos” desatan violencia en Michoacán; luto en Zinapécuaro y Queréndaro

La madrugada de este viernes, la violencia golpeó con crudeza a los municipios de Zinapécuaro y Queréndaro, en Michoacán. Un comando armado, a bordo de vehículos “monstruos” con blindaje artesanal, atacó las presidencias municipales con un arsenal que incluyó rifles de asalto y armas antiblindaje calibre .50. Los hechos dejaron como saldo un policía municipal fallecido, una oficial gravemente herida y tres vehículos calcinados, además de cuantiosos daños materiales.

 

De acuerdo con reportes del C5 Michoacán, los ataques comenzaron alrededor de las 4:00 a.m. en Zinapécuaro, donde los sicarios dispararon ráfagas de rifles AK-47 y AR-15 contra el edificio municipal. Los policías locales, superados en poder de fuego, tuvieron que buscar refugio mientras el convoy armado avanzaba hacia Queréndaro, donde perpetraron un segundo ataque.

 

En Queréndaro, las balas alcanzaron a dos agentes municipales: uno perdió la vida en el lugar y la otra quedó gravemente herida. Además, al menos 20 viviendas resultaron dañadas por los impactos de bala, sumando al ambiente de caos y miedo en la región.

 

Fue hasta tres horas después de los ataques que llegaron refuerzos de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la Fiscalía General del Estado (FGE). Sin embargo, para entonces, los agresores ya se habían dado a la fuga.

 

Ante la gravedad de los hechos, el Ayuntamiento de Zinapécuaro decidió cancelar de manera definitiva la Expo Feria Zinapécuaro 2024 y la Primera Carrera Atlética, eventos que buscaban fomentar la convivencia comunitaria. “No podemos garantizar la seguridad de nuestra gente en un entorno de violencia como este”, declaró el alcalde Jordán Reyes García.

 

Según fuentes de la FGE, estos ataques estarían ligados a la guerra territorial entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado en la región por William Edwin Rivera Padilla, alias “El Barbas”, y el Cártel de Los Correa, una organización local que inició en actividades de tala clandestina en la reserva de la Mariposa Monarca.

 

“Lo que estamos viendo no es solo un enfrentamiento entre cárteles; es un atentado directo contra el Estado”, afirmó un analista en seguridad.

 

Estos ataques reflejan el nivel de impunidad y poder de los grupos criminales en Michoacán, una entidad que sigue enfrentando retos monumentales en materia de seguridad. Mientras las autoridades investigan los hechos, los habitantes de Zinapécuaro y Queréndaro viven entre el temor y la incertidumbre, preguntándose si algún día la paz será algo más que un anhelo distante.

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