La más reciente reunión entre representantes del gobierno federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) terminó sin avances concretos y con un mensaje claro desde las calles: el magisterio movilizado no cede. La mesa de diálogo, celebrada en la sede de la Secretaría de Gobernación, concluyó sin acuerdos sustanciales, prolongando un conflicto que mantiene en vilo a la capital del país desde el pasado 15 de mayo.
En voz de Yenny Aracely Pérez, secretaria general de la Sección 22, los maestros rechazaron las cinco propuestas presentadas por autoridades federales, señalando que no responden de manera efectiva a sus demandas históricas. Frente a sus compañeros, en la esquina de Reforma y Bucareli, Pérez afirmó: “Los cinco puntos que seguramente van a salir a anunciar no resuelven para nada las demandas justas que tenemos como magisterio movilizado”.
Entre los puntos que generaron más descontento se encuentra la permanencia de una tabla que, según la CNTE, ha afectado gravemente los derechos del magisterio. También fue criticada la idea de crear un colectivo interdisciplinario, la propuesta de abrogar la ley del USICAMM sin una ruta clara, y la opción de regresar al régimen del Décimo Transitorio, pero solo para quienes ingresaron antes del 1 de abril de 2007 y no firmaron para cuentas individuales. La falta de atención a la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 también fue señalada como un punto débil.
La reunión, que contó con la presencia de los secretarios Rosa Icela Rodríguez (Gobernación), Mario Delgado (Educación Pública), y Martí Batres (ISSSTE), se extendió por más de seis horas. Hasta la noche, ninguna de las dependencias involucradas había emitido un comunicado oficial sobre los resultados del encuentro.
El movimiento magisterial, que comenzó con una huelga nacional el 15 de mayo, mantiene su presencia en el centro de la Ciudad de México, con bloqueos y manifestaciones que han provocado afectaciones viales y sociales de gran escala. En Puebla, las protestas también se han replicado, aunque con menor intensidad.
La exigencia de un aumento salarial del 100 % ha encendido el debate público. Mientras sectores sociales respaldan la demanda al considerar que los maestros no reciben un salario acorde con su responsabilidad, otros señalan que la propuesta es insostenible fiscalmente. Actualmente, los docentes con plaza base en Puebla perciben entre 12,000 y 13,000 pesos mensuales netos, tras la homologación de 2024. La meta de la CNTE busca duplicar esa cifra y alcanzar ingresos de hasta 26,000 pesos mensuales, sin contar prestaciones y bonos.
Desde la CNTE se ha reiterado el deseo de establecer una mesa directa con la presidenta Claudia Sheinbaum, al considerar insuficientes las negociaciones con representantes federales. El movimiento permanece activo y decidido a continuar la lucha conforme lo definan sus bases organizadas en todo el país.