El nuevo capítulo en la historia de José Luis Abarca; ahora deja la máxima seguridad

Después de una década en el Centro Federal de Reinserción Social Número 1 “Altiplano”, el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, fue trasladado al penal federal número 18 en Coahuila. Esta reubicación fue ordenada por el Juzgado Segundo de Distrito en Materia Penal con sede en Toluca, Estado de México, y se concretó el 30 de abril de 2025.

La salida de Abarca del Altiplano ocurre luego de años marcados por procesos judiciales, sentencias y múltiples acusaciones. En ese periodo, fue señalado por delitos graves como secuestro y delincuencia organizada, además de homicidio calificado. La Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero anunció, el pasado 7 de abril, una sentencia de 20 años de prisión en su contra por su participación en el asesinato del síndico municipal Justino Carbajal Salgado, ocurrido el 8 de marzo de 2013 en pleno centro de Iguala.

En esa investigación, la fiscalía estatal sostuvo que José Luis Abarca ordenó directamente privar de la vida al funcionario municipal. La sentencia fue resultado de una indagatoria calificada como “intensa”, en la que se logró probar la responsabilidad del exedil. Abarca, durante su gestión, acumuló múltiples acusaciones que lo mantuvieron durante años en uno de los penales de mayor seguridad en el país.

El cambio de centro penitenciario se realizó tras una solicitud presentada por el propio Abarca mediante un juicio de amparo. En su recurso, el exalcalde reclamó que no se le estaba proporcionando la atención médica especializada que requiere debido a su estado de salud. Las autoridades consideraron el argumento y autorizaron su traslado al Centro Federal de Reinserción Social Número Dieciocho, donde actualmente permanece bajo custodia.

Aunque en mayo de 2023 fue absuelto por el Tribunal Colegiado de Apelación del Décimo Noveno Circuito en Matamoros, Tamaulipas, de los delitos de delincuencia organizada y secuestro agravado relacionados con el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, José Luis Abarca no quedó en libertad. Otra sentencia lo condena a 92 años de prisión por el delito de secuestro, lo que lo mantiene firme dentro del sistema penitenciario federal.

La trayectoria judicial de Abarca se mantiene como una de las más controversiales del país. Su caso sigue vinculado a uno de los momentos más oscuros de la historia reciente de México y su figura continúa siendo referencia obligada en el análisis de la corrupción, la impunidad y la violencia política. El cambio de penal marca un nuevo episodio en una historia aún lejos de cerrarse.

Cuestiones de Política 

Directorio