El pasado 7 de enero, un grupo de jóvenes que se dirigía hacia Puerto Escondido, Oaxaca, desapareció bajo circunstancias que aún no han sido esclarecidas. La Fiscalía de Oaxaca ha activado el protocolo de localización para seis personas, aunque otros casos relacionados incrementan la cifra total a al menos ocho desapariciones en la misma fecha y zona, según la Comisión Estatal de Búsqueda.
Entre los desaparecidos está Yurem de Jesús Barrios Martínez, de 17 años, cuya última ubicación conocida fue en Río Grande, cerca de la costa. Su madre, Marian Martz, ha compartido un desesperado mensaje en redes sociales solicitando ayuda para encontrarlo. “Ayúdenme, por favor, estoy desesperada por no saber nada de él. Si los ven, ayúdenlos, son como otras 15 personas”, escribió en su perfil. Su tía agregó detalles sobre su vestimenta y características físicas para facilitar su identificación.
Junto a Yurem, otros jóvenes también están siendo buscados. Entre ellos, Yair Morales Matías (19 años), Julio Alberto Quiroz González (18 años), y Fernando Rafael Velasco Hernández (19 años), quienes fueron vistos por última vez en San Martín Mexicapan, a pocos kilómetros de Oaxaca de Juárez. También José Miguel Vásquez Rodríguez (23 años), desaparecido en Ánimas Trujano, y Luis Alberto Contreras Zúñiga (44 años), cuyo último rastro lo ubica en Santa María Atzompa, a bordo de una camioneta Hyundai negra sin placas. La Fiscalía investiga la posible conexión entre estos casos, y menciona además a Omar Edwin García Gutiérrez, de 30 años, desaparecido un día antes en la Central de Abastos de la capital.
Aunque las autoridades han confirmado operativos de búsqueda en las regiones de la Costa y los Valles Centrales, el silencio y la incertidumbre pesan sobre las familias. En redes sociales, los mensajes de amor y esperanza se mezclan con el dolor y la angustia. “Te esperaré siempre, mi amor. Sé que algún día volverás a casa”, escribió la pareja de Yair Morales.
La Fiscalía ha señalado que antropólogos y peritos del área de Análisis de Contexto están trabajando para vincular las desapariciones. Sin embargo, los detalles de la investigación permanecen reservados.
Estas desapariciones son un recordatorio alarmante de la crisis de personas no localizadas en México, donde más de 110 mil casos permanecen sin resolver, según datos oficiales. En este escenario de incertidumbre, la búsqueda de los jóvenes desaparecidos se ha convertido en un clamor colectivo por respuestas y justicia, un grito que resuena desde Oaxaca hasta el resto del país.