La mañana de este jueves, trabajadores sindicalizados del Sindicato Único de Trabajadores del Estado y Municipios (SUTEYM) de Ecatepec tomaron la caseta de San Cristóbal como medida de presión ante la falta de cumplimiento del acuerdo pactado con el gobierno del Estado de México. A pesar de la protesta, los manifestantes permitieron el paso libre a los vehículos, eliminando el cobro de cuota hacia Indios Verdes.
Esta acción se llevó a cabo en respuesta al incumplimiento en el pago de prestaciones de fin de año, que incluyen la primera quincena de diciembre, aguinaldo y prima vacacional. “Estamos aquí presentes, exigiendo lo que se nos prometió. No es un capricho, es nuestro derecho”, expresó un trabajador en un video difundido en redes sociales del sindicato.
Hace menos de una semana, los mismos sindicalizados bloquearon carreteras y principales vialidades de Ecatepec durante 40 horas, con la promesa de que la deuda sería saldada entre el 23 y 24 de diciembre. Sin embargo, denuncian que, hasta ahora, los pagos no se han reflejado.
El secretario general del SUTEYM, César Montoya, enfatizó la determinación de los trabajadores: “No vamos a quedarnos en casa esperando. Seguiremos alzando la voz hasta que se haga justicia”. A pesar de su inconformidad, Montoya aseguró que no volverán a bloquear vialidades para evitar afectar a la ciudadanía.
La toma de la caseta marca un cambio en la estrategia de los sindicalizados, quienes buscan mantener la presión sobre las autoridades sin generar mayores molestias a la población. Sin embargo, advierten que, de no recibir una solución pronta, continuarán movilizándose.
Montoya adelantó que, de persistir la falta de respuesta, el sindicato tiene previsto realizar nuevas acciones este viernes, aunque no se dieron detalles sobre las posibles medidas.
La protesta en San Cristóbal refleja el hartazgo de los trabajadores frente a la falta de cumplimiento de acuerdos, una situación que ha generado incertidumbre y tensión en plena temporada de fin de año. Por ahora, la ciudadanía observa cómo el conflicto sigue escalando, con un mensaje claro: los derechos laborales no se negocian.