UNAM se ajusta el cinturón ante los tiempos de austeridad y racionaza su presupuesto

Ante el escenario de austeridad gubernamental y el incierto panorama financiero, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha decidido dar un paso firme con la presentación de su Programa de Racionalidad Presupuestaria. Se trata de una serie de medidas que buscan optimizar cada peso en el manejo de sus recursos, asegurando que la calidad académica y la investigación no se vean comprometidas en el proceso.

 

“La educación es el motor del progreso, y aunque ajustemos el cinturón, el compromiso con nuestros estudiantes sigue siendo inquebrantable”, expresaron funcionarios de la institución. La decisión de implementar este programa responde a la necesidad de adaptarse a las políticas de austeridad promovidas por el Gobierno Federal, pero también de garantizar que las operaciones esenciales de la universidad continúen sin tropiezos.

 

Entre las medidas más destacadas se encuentra la reducción de los viajes, tanto al interior del país como al extranjero. Solo se autorizarán aquellos considerados estrictamente necesarios. Además, se dará prioridad al uso de plataformas digitales como Zoom para conferencias y actividades académicas a distancia. Con esto, la UNAM no solo ahorrará recursos, sino que también buscará alinearse con prácticas más sustentables.

 

La contratación de nuevo personal quedará restringida a proyectos estratégicos y académicos. Las plazas vacantes por más de un año serán eliminadas. Esta medida podría generar preocupación entre quienes esperaban nuevas oportunidades laborales, pero desde la Rectoría aseguran que la prioridad es “mantener el funcionamiento eficiente sin descuidar las necesidades académicas”.

 

El compromiso ambiental también es parte del plan. Las entidades universitarias deberán implementar programas de ahorro energético y uso racional del agua. Se prohibirá la adquisición de nuevas líneas telefónicas salvo para proyectos prioritarios y dependencias recién creadas. Además, la partida de combustibles y lubricantes se reducirá en un 30%, lo que supone un desafío logístico, pero también una oportunidad para innovar en el transporte universitario.

 

Las compras de vehículos serán centralizadas, autorizándose solo aquellas necesarias para trabajos de campo. En cuanto a las publicaciones, la edición digital será prioritaria, reduciendo costos de impresión y facilitando el acceso al conocimiento a través de plataformas electrónicas.

 

“Nos enfrentamos a tiempos difíciles, pero también a la posibilidad de reinventarnos y ser más eficientes”, comentaron desde la administración universitaria. La digitalización de documentos y la difusión de actividades por medios electrónicos internos son solo algunas de las estrategias para optimizar recursos.

 

Cabe recordar que, inicialmente, el Paquete Económico 2025 contemplaba una reducción real del 9.5% en el subsidio a la UNAM. Aunque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público calificó esto como un “lamentable error” y lo corrigió con un aumento del 3.5%, el incidente sirvió como recordatorio de que los tiempos financieros pueden ser volátiles.

 

Este programa no solo responde a la necesidad inmediata de austeridad, sino que plantea un modelo de gestión presupuestaria más eficiente a largo plazo. La comunidad universitaria se enfrenta al reto de adaptarse sin perder su esencia. La UNAM, siempre símbolo de excelencia educativa, busca demostrar que con creatividad y disciplina, incluso los tiempos de vacas flacas pueden ser una oportunidad para crecer.

Cuestiones de Política 

Directorio