En un acto que promete marcar un antes y un después en la infraestructura portuaria de México, la presidenta Claudia Sheinbaum dio inicio a las obras de ampliación del puerto de Manzanillo, conocido como el Nuevo Puerto Manzanillo Cuyutlán. Este ambicioso proyecto, que requerirá una inversión conjunta público-privada de 63 mil millones de pesos, busca consolidar al puerto colimense como un pilar del comercio internacional y un motor de desarrollo para la región.
La ceremonia, celebrada en Manzanillo, contó con la presencia de altos funcionarios, incluidos los secretarios de Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, y de Marina, Raymundo Morales, además de la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno, quien destacó la relevancia de este proyecto. “Este es un paso decisivo para mitigar los impactos negativos de las operaciones portuarias y garantizar que esta inversión se traduzca en bienestar para nuestra gente”, afirmó Vizcaíno.
La primera etapa del proyecto contempla una inversión pública de 9 mil millones de pesos, complementada con mil 631 millones de la Secretaría de Marina y 20 mil 885 millones provenientes de inversión privada. En una segunda fase, se prevén otros 4 mil 425 millones de pesos de inversión pública y 27 mil 582 millones de capital privado.
El gobierno federal destinará recursos para la construcción de una nueva terminal de almacenamiento y distribución de Pemex, una terminal marítima, áreas de reserva para el desarrollo del puerto y dragados en la Fase 1. También se desarrollarán terminales de contenedores especializadas y recintos de hidrocarburos, fortaleciendo la conectividad terrestre y marítima.
Por su parte, la inversión privada se enfocará en terminales de contenedores que incrementarán la capacidad operativa del puerto. Estas infraestructuras no solo facilitarán el comercio, sino que también atraerán nuevas industrias y fomentarán la competitividad en el mercado global.
La ampliación del puerto no es solo un proyecto de infraestructura, sino una estrategia integral que busca equilibrar el crecimiento económico con el desarrollo social y ambiental. Este esfuerzo, según expertos, posicionará a México como un referente en logística portuaria. “Con este nuevo puerto, Manzanillo será más que una puerta al Pacífico; será un eje estratégico para el desarrollo nacional”, declaró Sheinbaum durante el evento.
En el horizonte de este mega proyecto se vislumbran más empleos, mayor competitividad y una infraestructura moderna que conectará a México con el mundo. El Nuevo Puerto de Manzanillo no solo será un nodo de comercio, sino un símbolo del avance y la visión de un país en transformación.